Una serie de especialistas internacionales, coincidiendo con el 50 aniversario de la creación del Banco Mundial y el FMI (Fondo Monetario Internacional), proponen aquí ideas provocativas para el cambio, que sin presuponer una solución globalizadora para todos los problemas existentes, abren el debate y el diálogo para encarar los nuevos caminos del siglo XXI.
El pensamiento de Marcos Arruda tiene muchos méritos. Uno de ellos consiste en haber pormulado una metodología: la educación de la praxis. Ésta representa una respuesta al desafío inmenso que con justicia y perspicacia identificó: cómo pensar el proceso educativo en la nueva fase en que se encuentra la humanidad, la planetaria, en un contexto de crisis del sistema capitalista globalizado, de riesgo de destrucción de las condiciones de vida para la Tierra y la humanidad, de ansias de liberación y, simultáneamente, de surgimiento de un nuevo paradigma civilizatorio, nacido del transfondo de esta misma crisis y de estas ansias de liberación.
Este libro es el segundo de una trilogía sobre la formación del ser humano integral. Aquí, el autor nos pregunta: ¿Hay otra forma de concebir y practicar la economía, de hacer la globalización, de un modo diferente al que promueve el gran capital? ¿Es verdad que vivimos en un mundo de escasez y que solamente a través de la competición podemos asegurar¬nos el acceso a los bienes escasos de la naturaleza? ¿ Crecimiento económico es lo mismo que desarrollo? ¿El desarrollo económico y el consumo de bienes materiales son el sentido final de la existencia humana o son medios para algo más? ¿Cómo reconstruir la globalización a partir de los desarrollos personal y comunitario gestionados por los propios sujetos, conscientes del vínculo solidario de unos con los otros y con la naturaleza? El libro elabora una reflexión creativa y propositiva sobre economía, con temas como globalización, desarrollo, futuro del trabajo #la praxis ya en marcha de otra economía fundada en la cooperación y en la solidaridad# y la visión previa de otra globalización que valora a cada persona, cada cultura y cada pueblo, buscando un proyecto común de humanidad a partir de la valoración y de la complementariedad de las diferencias.