"Menorca es un paraíso de bolsillo, un lugar repleto de bellísimos rincones, que sorprende continuamente al visitante con la variedad de su paisaje. La isla parece estar dividida en dos, el norte, árido, ocre, con un paisaje barrido por el viento, pizarra y arcilla, y el sur, roca caliza, pinos que aparentan brotar del mismo mar, y calas de arena blanquísima. Pero «la isla del viento» tiene algo más y es que parece siempre envuelta por un halo de misterio. Quienes hemos estado allí, lejos de los complejos turísticos, conocemos esa sensación que comienza en la planta de los pies como un cosquilleo de inminente aventura. Todo aquel que quiera vivir una serie de sucesos extraordinarios y recuperar la mirada de la juventud que lea este libro, inmediatamente después no hará otra cosa más que desear coger un avión."