María Fux -quizá la máxima figura de la danza contemporánea argentina, conocida ampliamente en su país y en el extranjero, especialmente en Brasil, Perú, Bolivia, EEUU, Moscú, Polonia, España, Portugal, Londres e Israel-, ha consagrado su vida a la danza, no solamente como coreografa y bailarina sino tambien como educadora que anhela transmitir su lenguaje artistico. Su experiencia de mas de treinta años en la tarea de expresarse a traves del cuerpo como un nuevo medio de comunicacion la puso al servicio de la educacion de personas de todas las edades, a partir de los tres años, asi como de la terapia por la danza. Maria Fux sostiene su labor sobre un haz de principios basicos y de tecnicas extraidos de su experiencia viva. Para ella, la danza para la comunicacion no tiene limite de edad, pues el cuerpo responde siempre a la palabras movilizadas, buscando manifestar su esencia intima. De este modo, para que la persona pueda realizarse lo que debera hacer sera escuchar su entorno, es decir, encontrar en la comunicacion el hallazgo de su propia expresion.
La Danzaterapia, en la actualidad, es una práctica sólidamente integrada al ejercicio de distintas especialidades de carácter terapéutico, artístico y educativo. En todo el mundo, insitutos y universidades ofrecen formación en Danzaterapia. El método de María Fux es integrativo, ya que en sus clases de danza reúne alumnos sordos, débiles mentales, con síndrome de Down, espásticos, ancianos y personas "normales". "No danzamos para gustar, sino para ser nosotros mismos, para poder crear, expresarnos y comunicarnos con los demás." Para convertir los "no" del cuerpo en "sí, puedo", en "esto que estoy haciendo me pertenece". Una alumna espástica siente, así, quizás por primera vez, que puede tocar y ser tocada por el otro sin temores, sin diferencias, sintiendo su propio equilibrio. A través de este libro, el lector podrá comprobar que el verdadero placer de realizar es una victoria que se conserva a lo largo de toda la vida y que, por lo general, se irradia hacia nuestro cuerpo, nuestro ánimo y también hacia los demás.
El talento artístico y pedagógico de María Fux es bien conocido y apreciado, en el ámbito nacional e internacional, por su amplia y exitosa trayectoria en el campo de la danza y de la Danzaterapia. Ella sintió aquí la necesidad de presentarnos a sus alumnos, llamándolos por sus nombres y transcribiendo algunas de las palabras con que suelen expresar lo que la danza les produce.
Con la magia que la caracteriza, María Fux despliega, en este magnífico libro/documento audiovisual, algunas de las herramientas creativas que utiliza para promover la comunicación en sus grupos de trabajo con el cuerpo y el movimiento. La artista bucea sensiblemente en su interior y comparte con el lector los principales recursos de su original técnica pedagógico-terapéutica. De este modo, alrededor del silencio y de la música, va tejiendo con sus ideas un entramado tan firme como inspirador, en donde las voces, las palabras, los cuerpos, los ritmos, las líneas y el color, las formas y los sonidos de la naturaleza, las luces y las sombras, las etapas de la vida, el contacto y la ternura se integran armoniosamente. Este texto fascinante, pleno de experiencia y sabiduría, culmina con la crónica detallada -un verdadero cuento de hadas- de uno de los Seminarios Intensivos de Formación que María dicta habitualmente en su estudio de Buenos Aires, y los testimonios emocionados de colaboradoras, discípulos, padres, y calificados profesionales de diferentes países que han recibido sus enseñanzas. En síntesis, una oportunidad única para tomar contacto con el universo amplísimo y la imaginación inagotable de un ser excepcional.