Romano de nacimiento, comunista por convicción, fundador del operaismo, y senador en virtud del voto popular, Mario Tronti es un personaje tan fascinante como desconocido. Autor prolífico e intelectual multifacético, Tronti es, sobre todas las cosas, un lector sensible de la realidad social y política. Obreros y capital es su única obra traducida, hasta ahora, al castellano (con excepción de dos o tres artículos largos). En este sentido, nos sucede con Tronti lo mismo que él cree que le pasa a Italia respecto de los acontecimientos del mundo: “un país que llega tarde, pero que cuando llega no asume pasivamente los modelos más avanzados; por el contrario, los retraduce en formas originales. Tal vez, el descubrimiento y traducción tardía de los escritos no obreristas de Mario Tronti, puedan oxigenar nuestras discusiones y conducirnos hacia formas más originales de interpretar nuestro presente.El problema que anuda toda la obra de Tronti es el problema de la libertad, cada vez más patente en sus últimos escritos. En efecto, Tronti afirma que su pensamiento: se va desarrollando en torno a la elaboración, teórica e histórica, de la figura del Freigeist, del espíritu libre, inasimilable al actual orden del mundo y heredero de las tentativas fallidas de liberación humana del siglo XX. Quizás a esta inquietud pueda imputársele la presencia permanente, aunque sutil, de Max Weber en sus escritos. Pues tanto el sociólogo alemán cuanto Tronti reflexionan sobre la libertad y la responsabilidad como elementos inescindibles.
¿Es posible leer a Marx como teórico tanto de la subjetividad antagónica como de las prácticas constituyentes de la fuerza de trabajo colectiva en la era de la globalización del capital y de la objetivación rígida de las relaciones sociales? En Obreros y capital, Mario Tronti acomete en esta línea una potente lectura de la obra marxiana y la pone en relación con las experiencias organizativas y las condiciones económicas, sociales y políticas del capitalismo contemporáneo vigentes en la metrópoli italiana. La complejidad de las sociedades capitalistas actuales es la traducción estructural del antagonismo de clase de la fuerza de trabajo colectiva que continuamente inventa y reinventa modos y estrategias de rechazo al trabajo y de autovalorización proletaria. Si los procesos de constitución social no han de agotarse en las lógicas impuestas por las formas actuales derivadas del mercado, la democracia formal y el Estado, es preciso ahondar en el fundamento y la fenomenología de las formas de explotación y de constitución social de la fuerza de trabajo colectiva. Ene este sentido, los conceptos de composición de clase y de antagonismo de clase recuperan una sólida consistencia epistemológica apta para hacer posible ulteriores procesos de investigación y organización política y si la premisa para pensar un mundo en el que la igualdad y la justicia sean fruto de la potencia de los sujetos productivos y no resultado de su explotación estructural, entonces las formas inéditas de cooperación social de estos últimos indican el horizonte de los nuevos modelos políticos para las sociedades del futuro.
En estos tres textos (1992, 1998, 2008) Mario Tronti presenta su teoría de la política del siglo XX, que en su opinión es la historia de la política de la clase obrera, la política del comunismo como horizonte de la lucha de clases y la constitucion de las clases subalternas como clases dirigentes y sujeto politico capaz, por primera vez en la historia, de producir un proyecto racional de liberacion colectiva susceptible de arrancar a las clases dominantes el control de la reproduccion social.En estos tres textos (1992, 1998, 20En estos tres textos Mario Tronti presenta su teoria de la politica del siglo XX, que en su opinion es la historia de la politica de la clase obrera, la politica del comunismo como horizonte de la lucha de clases y la constitucion de las clases subalternas como clases dirigentes y sujeto politico capaz, por primera vez en la historia, de producir un proyecto racional de liberacion colectiva susceptible de arrancar a las clases dominantes el control de la reproduccion social. La politica del sujeto obrero ha sido durante el siglo XX la fuerza primordial para definir el proyecto politico de la modernidad y la primera forma de constitucion politica que ha presentado un desafio estructural por parte de las clases subalternas al proyecto secular de dominacion construido por las clases y elites dominantes capitalistas. La politica comunista entendida como una apuesta racional de introduccion del antagonismo del sujeto productivo como variable independiente de la reproduccion social y de destruccion del proyecto de subordinacion y explotacion global de la riqueza planetaria.