Como dice la escritora A. M. Homes, escribir consiste en crear un mundo, en hablar de gente que nunca existió. Y, sin embargo, es posible que esa gente ficticia sea capaz de darnos la auténtica medida de nuestro valor, de advertirnos sobre lo que somos capaces de hacer, de recordarnos nuestros fantasmas y nuestros temores, de sumergirnos en un mundo, quiza inventado, pero que es reflejo de este.Gente que nunca existio es un libro de relatos en el que encontraremos adivinos, torturadores, incluso superheroes, pero, sobre todo, seres perdidos en su propia existencia, en una realidad que, en ocasiones, cae como una losa que nos aprisiona, de la que anhelamos huir, aunque, llegado el momento, es posible que nos asuste la huida y nos quedemos paralizados ante las posibilidades que esa libertad pueda ofrecer.En este nuevo libro de relatos, Miguel Sanfeliu nos habla de sus propias obsesiones y de los temas que le preocupan: la culpa, las oportunidades perdidas, la banalidad que nos rodea y un concepto de realidad que escapa a nuestro control.
Este es un libro muy personal. Tal vez es lo más cercano a una biografía que escribiré nunca. Piglia decía que uno encuentra su vida en los libros que lee, y algo de eso hay en estos textos.Este libro nacio como consecuencia de la necesidad que senti de pronto de explicar lo que para mi era la literatura, el sentimiento de culpa que sentia si no escribia, algo que no me ocurria a mi solo y que no tenia nada que ver con el hecho de haber publicado o no. Uno puede ser escritor sin haber publicado nunca un libro. Ese ha sido mi caso durante muchos años, asi que sentia la necesidad de indagar en esa pulsion casi fisica que le robaba tiempo a mi familia, que condicionaba mis fines de semana, que me tenia cavilando todo el tiempo.En estas paginas se mezcla mi interes por los libros con mis experiencias vitales. Si, la eterna dualidad: vida y literatura. Cuestiones que despiertan mi curiosidad y, espero, despierten tambien la curiosidad de los lectores.Siempre he estado escribiendo sobre lo mismo, sobre mi relacion con los libros, con el mundo imaginario que estos crean y que, en ocasiones, puede ser mas potente que la misma realidad.En cierto modo, este libro es una especie de manual de supervivencia.
¿En qué momento de la vida de Roberto Ponce el futuro pasa de manifestarse con todas sus posibilidades a mostrarse cada vez menos lejano y más inamovible?Roberto dispone de un año para intentar convertir en realidad su sueño de ser escritor. Conoce a dos personajes que seran como las dos caras de una misma moneda. Un pintor que malvive con sus obras y que se niega a dedicarse a ninguna otra cosa y un cantautor que no dudara en prostituir sus principios a cambio del exito. Tambien conocera a una mujer que casi lo arruinara. Y se emborrachara como todo escritor bohemio que se precie.¿Que quedara de aquel Roberto Ponce veinte años despues?Parece que cicatriza habla de esos sueños que nos negamos a abandonar y que, de algun modo, son los que terminan dando sentido a nuestra existencia.
Todo cambia si alguien nos amenaza de muerte, todo se distorsiona y la vida se convierte en una aventura angustiosa, casi tanto como si de pronto nos encontráramos solos en una ciudad desierta o como si tuviéramos que enfrentarnos a veinte desconocidos en un duelo en el que nos jugáramos mucho, aunque no tanto como si lo hiciéramos a nosotros mismos, pues esa es, al fin y al cabo, la finalidad de la vida, enfrentarnos a nosotros mismos, día tras día. A veces ocurre, nos encontramos en una situación aparentemente normal hasta que, de pronto, todo empieza a transformarse, a distorsionarse… Y hurgar en esas sensaciones, escarbar en esas historias, asomarse al abismo, es lo que hace Miguel Sanfeliu. Con gran maestría nos introduce en sus historias como si de un juego se tratase, un juego muy real.
Leer libros es la mejor manera que conozco de viajar, no solo a otros lugares sino también a otras épocas, incluso a otras formas de pensar el mundo, de interpretar la vida. Y, como todo viaje, nos enriquece. Y leer supone, al menos en mi caso, una especie de impulso para enfrascarme en mis propias fabulaciones. Escribir seria, en ese sentido, una prolongacion de la lectura. Ademas, leer nos enseña a mirar. La lectura, y tambien la escritura, es capaz de romper nuestros limites y abrirnos mentalmente a un plano de realidad al que no podemos acceder de otro modo. Yo creo que estamos configurados por la realidad y por la ficcion. No podria asegurar ahora mismo cual de las dos me parece mas importante. Me da por pensar que cada uno nos sentimos el centro de nuestro universo, el protagonista de nuestra propia pelicula. Todos llevamos un mapa mental de nuestro lugar en el mundo, una imagen que nos situa en el centro de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Y el mio se encuentra, sin duda y sin remedio, en el cuarto de mi biblioteca. El orden que impera en mi biblioteca podria definirse como caos absoluto. De hecho, no creo que nadie sea capaz de descifrar una pauta, una regla, un sistema que dirija la ubicacion de cada libro. El orden esta en mi cabeza y obedece a mis propias preferencias. Este es mi espacio de trabajo, mi lugar en el mundo, mi mapa vital empieza y termina aqui. Yo formo parte de este escritorio. No tiene sentido sin mi. Cuando yo no este, el tambien desaparecera. Los libros se desperdigaran y mi rastro se ira borrando indefectiblemente.