El espíritu vitalista y curioso del artista contempla un periplo vital rico y apasionadamente creativo, y dialoga con las figuras y seres queridos que poblaron su pasado; charla con el joven Oteiza, al que conocion en Sudamerica; emplaza a artistas muertos hace siglos. Observa, en definita, con cariño (y tambien con rabia, cuando las circunstancias lo exigen), los hitos intimos de una vida plena. El libro incorpora mas de 40 ilustraciones originales del artista.