Dámaso, Hugo y el Duque se mueven al margen de la ley. Aguantaderos, puteríos y la cárcel conforman una ruta en la que actúan sobre la base de un código de conductas y valores nunca escrito pero grabado a fuego en un estricto sistema de lealtades y de enfrentamientos. Son delincuentes especializados en asaltos a bancos y en pirateria del asfalto, y se reunen para dar el gran golpe. Leyenda negra explora el mundo del hampa desde su interior, a traves de las voces de sus protagonistas. Un delincuente, la amante de uno de ellos, el abogado que los defiende y un periodista reconstruyen la saga de una banda que se volvio mitica y se internan en una historia descarnada, donde los crimenes de los que desafian las normas se cruzan con la corrupcion policial institucionalizada y aceptada por el poder. Con sobriedad y una suerte de romanticismo no sentimental, Osvaldo Aguirre retrata a sus villanos como antiheroes que cuestionan las premisas hipocritas de la sociedad y apuestan por la aventura, aun a riesgo de perder la libertad y la vida.
La deriva relata la iniciación de un joven cronista en el mundo de los sucesos policiales. Un mundo que transcurre en los márgenes de la gran ciudad y se despliega con violencia y crudeza a medida que el protagonista, Daniel Arnaut, alias Sanata, comienza su andadura. Sanata pertenece simultaneamente a dos lugares muy distintos, que se enfrentan casi como bandos enemigos: el del periodico en el cual trabaja, alineado con la policia y las ideas mas conservadores, y el del ambiente de los pequeños traficantes y consumidores de drogas, del que proviene. La historia de la novela despliega esta contradiccion hasta llegar a un punto limite en que el personaje debe resolver de que lado esta. En un recorrido vertiginoso, sumergido en la mas completa desorientacion, el personaje se desprende tanto de sus amigos como de sus enemigos y su desesperada busqueda de una salida se convertira en una situacion de vida o muerte.
Los grandes casos policiales nunca concluyen. Este libro propone un recorrido por historias sin final, que retornan una y otra vez como un desafío imposible de resolver.Osvaldo Aguirrre retrata personajes y sucesos que, desde una mirada convencional, no podrian tener un lugar en los textos de historia, pero que se mantienen presentes en la memoria popular a traves de relatos y leyendas que se retransmiten a traves del tiempo. La desaparicion de Marta Stutz (1938); Jorge Burgos, descuartizador (1955); el caso Penjerek (1962); capitulo dedicado a exterminadores como Robledo Puch, Mateo Banks, Langoni, entre otros; parricidas; Oriel Briant; Giubileo; Jimena Hernandez; el crimen de La Payanca; etc.
"El punto de partida de este libro puede ser situado en una conversación que tuve con Daniel Samoilovich en 2005, en la que hablamos sobre los reportajes que venía publicando Diario de Poesía y de la necesidad de actualizar el perfil de la seccion. Una nueva generacion de poetas, la de los años 90, estaba ya suficientemente consolidada como para ser considerada en la agenda de las entrevistas. El propio Diario de Poesia habia sido parte de su promocion, a traves de la publicacion de autores hasta entonces ineditos o poco conocidos en las secciones de poesia argentina y de la reseña de sus libros. Ahora esos poetas reclamaban un nuevo espacio. Este libro presenta una seleccion de esas entrevistas. Cada conversacion supone el examen de una poetica en particular y al mismo tiempo de las circunstancias de la epoca, en un momento de cambio para la poesia argentina. Las discusiones que atravesaron esa decada todavia permanecen abiertas y sus efectos son apreciables en la poesia del presente. Las entrevistas permiten abordar temas centrales en esas discusiones, como la cuestion del objetivismo, la propia ubicacion respecto de los contemporaneos y las nuevas busquedas y exploraciones en el marco de la tradicion poetica argentina" Osvaldo Aguirre.
Osvaldo Aguirre ha construido una poética singular que atraviesa el tiempo y el espacio, asentada en la oralidad y la experiencia cotidiana. Su poesía es un testimonio del lenguaje en movimiento, donde la voz y el ritmo revelan una mirada profunda sobre la naturaleza, la historia y la memoria. Lejos de la idealizacion bucolica, su obra recupera la vida campesina, los dialogos fugaces y los ecos de un mundo que nunca deja de hablar. Las descripciones y las voces que intervienen en los poemas de Osvaldo Aguirre confeccionan una rara alquimia, como un universo flotante que nunca se termina de acomodar ni reconoce fronteras precisas, como si la lengua poetica de esta obra evitara la cristalizacion que, paradojicamente, es el afan de su reflexion y el objeto de su materia. Entre la evocacion y la contemplacion, estos versos nos revelan que el tiempo no solo transcurre: se expande, regresa y transforma cada fragmento del pasado en un presente inagotable. Sus poemas son la evidencia de que la poesia no es solo un ejercicio de la escritura, sino un modo de habitar el mundo.