Para Paolo Fabbri, el signo no existe por sí sólo, sino siempre en relación con otros, en pleno dialogismo. O, por decirlo con Yuri Lotman, el signo es traducción de otro signo. Alejado de la utópica lengua perfecta, con su retorno al Edén, Fabbri propugna un ahondamiento en lo babélico que exalte las diferencias, las traducciones, los errores y el conflicto. Desde ese punto de vista, el consenso, el acuerdo se presenta como tregua provisional, como pausa dentro del conflicto.
Fellini lo decía: "Hago una película del mismo modo en que vivo un sueño, que es fascinante mientras sigue siendo misterioso y alusivo y corre el riesgo de hacerse insípido en cuanto es explicado". En efecto, Fellini no privilegiaba tanto el tratamiento de la realidad que llevamos a cabo de noche, en el sueño "autentico", sino el tratamiento diurno del sueño, la manera en que la creacion fantastica hace entrar el sueño en lo real.
Desde Saussure a Barthes y desde Peirce a Eco se pueden seguir dos tradiciones, la primera se guía por el lenguaje como modelo, la segunda se interesa por el signo que tiene su propia historia que se remonta al semeion (signo) de la filosofia griega. En estas lecciones, Paolo Fabbri consigue condensar de una manera fascinante todo el panorama de la actual concepcion estrictamente semiotica de los signos y define sus multiples funciones en nuestra comprension de la realidad.A los hombres siempre les ha interesado el significado, pero solo desde hace un siglo se reflexiona de un modo especifico y coherente sobre este tema. (...) La cuestion que quiero plantear es que (...) desde unos años se ha producido un giro en el modo de estudiar los problemas de la significacion. Este giro no es como se habria dicho hace pocas decadas una ruptura epistemologica (...), este giro es como un nuevo pliegue en la semiotica, otro modo de plegar la tela muy compleja formada por el modo estratificado que tenemos de significar.Este giro semiotico, por supuesto, no se ha producido de golpe. Lo han propiciado muchas transformaciones graduales, muchas reflexiones y muchos debates. (...) La generalizacion es una forma de responsabilidad, en el sentido de que invita al otro a responder. Eso es, precisamente, lo que quiero hacer. Al generalizar, al decir que hay un giro semiotico, quiero exponerme a la respuesta y a la observacion (...) En una epoca en la que predomina la problematica de las redes conceptuales y la multiplicidad (con la lucha implicita y necesaria contra toda forma de jerarquia a priori), buscar la generalidad es para mi no tan solo un deber intelectual, sino tambien, en el fondo, un placer del espiritu. Placer que sin embargo no excluye una obligacion de respuesta.Segun Nietzsche nunca es al principio cuando algo nuevo revela su esencia, pero lo que habia desde el comienzo solo puede revelarse en un giro de su evolucion. En otras palabras, al principio no sucede nada especial.