Para el «anarquista de espíritu» que fue Paul Léautaud, la literatura era el lugar privilegiado donde desvelar el ser, sin trampas ni trabas. Este hombre que se había fijado como meta una incansable
FUENTETAJA. TALLERES DE ESCRITURA CREATIVA (RAMON CAÑELLES) 9788495079367
¿Cómo elegir los textos que íbamos a incluir? No ocultaremos el problema con que nos hemos encontrado. Había que procurar no traicionar a Léautaud, no rechazar ninguno de los temas que le gustaban, atormentaban o irritaban, no censurar lo que sus palabras tienen a veces de un tanto libertina, pero no manifestar tampoco preferencia por las mas picantes. Habia que hacer tambien de modo que la seleccion efectuada entre las miles de paginas constituyesen finalmente algo distinto de un simple conjunto de muestras. Hemos tenido tambien cuidado de conservar todo o casi todo lo que Leautaud habia escrito relativo ya sea a uno de los episodios de su existencia, ya sea a un acontecimiento que hubiese retenido su atencion.
«Personal hasta el disgusto, libre hasta la afrenta, sensible hasta la ridiculez, imperfecto hasta el exceso». Así se retrata Paul Léautaud, una de las voces más singulares de las letras europeas modernas, como muestran estos Recuerdos ligeros, obra que su editor tituló Le Petit Ami al publicarla en 1903. Estas páginas sobre las relaciones de un hombre con varias prostitutas y con una madre esquiva y peculiar, rozando siempre el incesto, confirman que, para el autor francés, literatura y vida eran una misma cosa. Mezcla de géneros, rabiosamente adelantada a su tiempo, Recuerdos ligeros nos habla del amor, la vida y la muerte, mirados con los ojos desenfadados de la belle époque, al mismo tiempo tan lejanos y tan contemporáneos.