«Tengo la mala suerte de que mis esbozos siempre son considerados como pequeños ensayos, cuando en realidad son todo lo que puedo ofrecer». Aunque la crítica de su época a menudo no supo entenderlo, es mucho lo que Peter Altenberg nos ofrece en Amanecer en el Prater, a través de estos cincuenta y cinco esbozos. El bohemio escritor vienés recoge pedazos de realidad con una pincelada lúcida y sugerente, que no lo muestra todo de antemano sino que juega a seducir al lector dejando algunos matices sin perfilar. Es precisamente esta mirada fragmentaria la que aporta viveza, color y realidad a un mundo ya desaparecido: el de la sociedad vienesa de finés del siglo XIX, que el autor sabe reproducir siendo fiel a sus encantos pero sacando a colación todos sus miedos, dudas y contradicciones.
Los textos de Peter Altenberg, aforismos, impresiones, poemas en prosa, apuntes teóricos, relatos brevísimos, son de una gran modernidad y permiten comprender que temas como la cultura del cuerpo, la necesaria solidaridad con las capas mas desfavorecidas de la sociedad o nuestra relacion conflictiva con la industrializacion y con la perdida del espacio natural no son nuevos, sino que entroncan con aquellos años de fin de siglo, caracterizados por cambios tan radicales como los que estamos viviendo ahora.
Admirado por Karl Kraus, Adolf Loos, Arthur Schnitzler, Peter Altenberg es una especie de leyenda literaria vienesa a medio camino entre el clochard y el genio iluminado. Sus textos aforismos, poemas en prosa, apuntes teoricos, relatos brevisimos: en definitiva, y en sus palabras, telegramas del alma son de una gran modernidad, y evidencian que temas como la solidaridad con los mas desfavorecidos o la industrializacion y la perdida del espacio natural no son nuevos, sino que entroncan con aquel final del siglo XIX caracterizado por cambios tan radicales como los de ahora.Los escritos de Altenberg son siempre anotaciones que, justo en el momento de concretarse, dejan de remitir a la figura del autor para despersonalizarse, para ser el diario de cualquiera, de todos, de nadie. Su forma resulta, de entrada, desconcertante, hasta el punto de que una de las inteligencias mas brillantes que le fueron contemporaneas, la de Von Hofmannsthal, no supo caracterizarla mas que con ciertas reservas y perplejidad: Es un libro nuevo, una especie de libro. Antoni Marti Monterde, en el prologo.