És innegable que el matrimoni ha comportat sempre avantatges i inconvenients, i els antics ja nhavien parlat a bastament. Però Poggio Bracciolini, el gran humanista, que es casà als cinquanta-sis an
En la sala pontificial que Poggio Bracciolini llama Bugiale (fábrica de mentiras), los miembros de la curia pasan sus ratos libres charlando desenfadadamente. Entre 1438 y 1452, el propio Poggio decide recoger muchas de las historias que se contaban alli. Algunas han ido pasando de boca en boca y forman parte del patrimonio cultural popular; otras provienen de un ambiente culto y son de la propia cosecha del autor. Todas tienen como finalidad la risa, y algunas, como efecto secundario, la enseñanza moral. Este conjunto de "facetiae " muestra la diversidad de caracteres humanos y de las opciones de cada uno, ademas de resaltar la importancia que en la vida de todos tiene la consecucion del placer. En esta gran satira contra hombres y mujeres hay un conocimiento, reconocimiento y aceptacion de la propia humanidad, con sus virtudes mas elevadas y sus miserias y bajas pasiones, incluso las mas viles, las de la carne. Se satirizan los comportamientos mas humanos, aunque no hay una condena estricta de los mismos, sino que, simplemente, se los contempla y refleja con sentido del humor. A pesar de que, en 1545, la obra paso al Index Expurgatorius de la Iglesia catolica por delitos de obscenidad, impertinencia e insolencia, el autor no perdio nunca el respeto de los padres de la Iglesia y su genio satirico fue reconocido como un producto de la decadencia de la Roma del siglo XV.