En un comentario a la edición original francesa de La naturaleza del príncipe se comparó a su autor, Roger Peyrefitte, con Stendhal por su interés apasionado por los temas históricos. Peyrefitte, gran conocedor de Italia, escribio en este libro una historia autentica, aunque pueda parecer inverosimil, que descubrio hurgando en los archivos renacentistas.
El entorno de Saint-Claude, un internado masculino y religioso, servirá de escenario para plasmar de que forma un ambiente cerrado, opresivo y dominado por una férrea disciplina sirve también como medio para dar salida y llevar a cabo toda una serie de manifestaciones afectivas, sexuales y sentimentales, esas ''amistades particulares'', producto de los entornos masculinos. En ese universo, junto a la ambiguedad demostrada por algunos docentes, Georges, Lucien y Alexandre daran rienda suelta a toda su emotividad y a la busqueda de un sentimiento y de un cariño como unico refugio que la estructura y funcionamiento del colegio les niega. El exito de ventas y la fama con que ''Las amistades particulares'' fue recibido en Europa animo a Roger Peyrefitte a abandonar la carrera diplomatica, en la que habia desarrollado su labor profesional hasta 1945. En sus obras posteriores incidira sobre esta misma tematica (''Nuestro amor'', ''Los dos amores''), cultivando tambien los libros de viaje como genero literario.
Cuando Peyrefitte escribió este libro a finales de la década de 1970, acababa de volver de una larga estancia en California, donde había descubierto una libertad sexual aún desconocida. Allí, los seventies habian consolidado las conquistas del movimiento hippie, que preconizaba la paz y la libertad sexual. Todo ello estimula intelectualmente a un Roger Peyrefitte que ya no necesita demostrar nada y que da libre curso a su imaginacion y a su deseo de provocar a sus castos contemporaneos, pues esta novela es en cierto modo una ruptura con el estilo y la intencion de su obra anterior. Peyrefitte, que nos habia hablado de esa sociedad francesa de posguerra que tan bien conocia, parece retomar en Roy a los personajes que poblaban el internado de Las amistades particulares cuarenta años antes, pero libres ahora, tras la experiencia americana del autor, para hacer y decir aquello que no estaba permitido en la timorata Europa de entonces. Sobre un trasfondo de lucha politica por el reconocimiento de la homosexualidad, el autor describe los avatares de un jovencisimo muchacho de buena familia nacido en Beverly Hills. Aunando la necesidad de ganar dinero con el placer, Roy se convierte en un prostituto de lujo, que se reparte entre clientes famosos y protectores multimillonarios. Asi, Roy no es solo un brillante estudio sociologico disimulado bajo una ficcion erotica, sino tambien una novela llena de paradojas y de hipocresia.
Esta obra tiene como personaje principal a un hombre noble pero descarriado desde la juventud por una infortunada circunstancia: hasta el final de una vida más bien breve, luchará contra un destino que se le muestra fatal desde el principio. Uno de esos icaros dice de el Jean Cocteau cuyas alas se derriten al calor de su propia vanagloria. Su drama es tambien el de los cientos de personajes que gravitan a su alrededor. La historia, que se extiende desde el inicio del siglo XX hasta el periodo de entreguerras, describe la sociedad anterior a 1914 y la curiosa y efervescente epoca posterior a 1918; el mundillo aristocratico, literario y artistico de Paris, la alta sociedad italiana de la misma epoca, con especial hincapie en la napolitana, y la aristocracia alemana tienen una presencia destacada. Finalmente, el lector puede ver y conocer intimamente la sociedad capriota, ya que Capri constituye el nucleo de una vasta red que se ramifica portoda Europa.El drama, a pesar de su gravedad y del tragico final, se describe de una forma exenta de desesperacion. El estilo satirico que despliega Roger Peyrefitte en su obra se tiñe de un divertido escepticismo que suaviza el proposito moralizador y la vivacidad del trazo y que, a pesar de centrarse en un tema especialmente osado, hace que el libro no supere los limites del buen tono, con la libertad con que este se entendia en el siglo de Voltaire.