Severino Pallaruelo

Incluye los reportajes premiados, las menciones honoríficas y los reportajes seleccionados en el certamen de fotografía sobre cultura popular 2001, promovido por el Museo Nacion

Un libro para los viajeros que se acercan al Pirineo en busca de todo lo que ofrece la montaña; naturaleza y actividades al aire libre, pueblos y arquitectura, viejas costumbres y creencias medio olvidadas, un mundo ancestral y una sociedad moderna que se ha adaptado a los nuevos tiempos.

Como una de las principales ciudades españolas, Zaragoza no ha dejado de sumar espléndidas obras a su patrimonio. Sus tres grandes monumentos, el Pilar, la Seo y la Aljafería, resumen siglos de arte e historia; pero su lista de monumentos comienza desde su fundación, con importantes restos romanos, y llega al mismo día de hoy, con el conjunto de la Expo 2008.

Un grupo de estudiantes de una pequeña ciudad de los Pirineos necesitan dinero para un viaje. Intentan conseguirlo de manera legal, pero es muy difícil. Entonces optan por la ilegalidad y se dan cuenta de que el mundo del delito también es muy complicado: a veces los delincuentes se preguntan quién es más peligroso, si ellos o los que parecen respetar el orden.

Premio “El trabajo” 2000 instituido por Bernardo Gómez Montorio de la firma Grafos. Este libro trata de la vida de José Castillón Peiret, un hombre de 76 años que vive en una aldea remota de las mont

En Pirineos, tristes montes, como si de un coro trágico se tratara, Severino Pallaruelo deja que suenen distintas voces: la de dos truferos que compiten por el preciado hongo subterráneo, la de los solterones Tonito y Ramon, a quienes les han espantado las novias sus respectivas madres, o la de la dueña de una merceria que se cree superior a sus vecinos y sueña con un primer amor tras un matrimonio fracasado. Este libro no nos presenta los Pirineos de un modo idilico, sino mas bien todo lo contrario: hay embarazos que son motivo de escarnio, rencillas entre vecinos, tedio, soledad, maletas infantiles de carton y una Guerra Civil que no hace sino sumar odio e irracionalidad a estas historias. En esta tierra dura, donde hasta transportar un cadaver es una dificil tarea y donde los habitantes son supervivientes, a veces se cuela, como de rondon, el humor, la ternura y el deseo de un mundo mejor. Con un estilo directo y coloquial, como los cuentos narrados alrededor de la lumbre, en Pirineos, tristes montes nos parece estar escuchando las voces de los muertos, unas voces valientes y necesarias.

La navata es una plataforma de troncos atados para ser conducidos flotando por el río. Fue, durante siglos, la manera de transportar los árboles, talados en los bosques del Pirineo aragonés, hasta las villas y ciudades situadas en el centro de la región o hasta Tortosa, cerca ya del mar. El término aragonés navata tiene el mismo significado que el castellano almadía o el catalán rai. El viejo sistema de transporte fluvial de la madera dejó de utilizarse a mediados del siglo XX. En las últimas décadas vuelven a navegar navatas por el ríos Cinca y Gállego, pero sólo como parte del programa de actos de ciertas jornadas festivas o reivindicativas.