Este texto está pensado para aquellos que aceptan que los fenómenos políticos son consustanciales a las empresas, y que el poder se puede ejercer de manera organizativamente eficaz, socialmente responsable y personalmente no destructivo. La acumulacion de poder y el ejercicio de influencia ha fascinado siempre, tanto en los negocios y las organizaciones. como en politica. Eventos como el ascenso, triunfo y derrota de Villalonga en Telefonica, el duelo de titanes entre Botin y Amusategui, o las reestructuraciones de la cupula directiva del BSCH, son portada de periodico y objeto de interes y conversaciones de los directivos en el Puente Aereo. Los directivos tienen razon en mostrar extrema atencion al fenomeno del poder. Intuyen que historias como las anteriores pueden proporcionarles algunas lecciones de utilidad. Saben por experiencia propia, a veces dolorosa, que sin poder e influencia no se consiguen objetivos elevados en las organizaciones, ni metas innovadoras, ni se desarrollan carreras exitosas. Conocen que el poder es necesario, pero tambien que adquirirlo es muy dificil, y son conscientes de que su aprendizaje se da sobretodo en el dia a dia.