Este libro adopta una perspectiva crítica sobre la manera en que se acostumbra a realizar el diagnóstico de niños y adolescentes como problemáticos. Examina cómo la credibilidad de esas ideas ejerce una poderosa influencia sobre las familias y el profesorado, asi como sobre la comunidad en general, los medios de comunicacion y, especialmente, sobre los propios estudiantes. A quienes se considera problematicos se les suele diagnosticar una serie de desordenes psiquiatricos, como trastornos por deficit de atencion con hiperactividad (TDAH), trastornos de conducta, trastornos negativistas desafiantes, etc. Tales diagnosticos estan intimamente relacionados con una variedad de cuestiones conectadas a practicas que pretenden predecir desde fenomenos como el fracaso escolar hasta conductas delictivas en el futuro o riesgos de trastornos psiquiatricos mas complejos en la adultez. Valerie Harwood explora los efectos de estos diagnosticos que, en muchos casos, se realizan con una notable ingenuidad y aparente facilidad, y se pregunta por sus efectos en estos chicos y chicas fuera del entorno clinico formal. La autora, basandose en investigaciones muy rigurosas sobre las formas de realizar esta clase de diagnosticos, y utilizando un enfoque foucaultiano, realiza importantes criticas a este tipo de practicas y, en concreto, examina: Los modos de diagnostico tradicionales de los trastornos del comportamiento y la construccion de chicos y chicas problematicos. La influencia del conocimiento experto en los trastornos del comportamiento y su influencia en las instituciones escolares, en el profesorado, en su circulo de amistades y entre el vecindario. El efecto de los discursos referidos a los trastornos mentales sobre los niños y adolescentes. La creciente medicalizacion de este tipo de personas con drogas de ultima generaci&