"Peñalavara o el fuego de la cueva, poemario que Gonzalo Puebla dedica a su padre, es la última obra de este poeta soriano. En ella, el poeta nos transporta a las calles de una Soria desconocida para la gran mayoría. No es difícil imaginarse en una plaza de estos parajes, escuchando los crímenes y poemas recitados por un juglar y siendo encandilados por sus historias.En estos poemas se mezclan el amor, la filosofía y la vida misma. Pasado, presente y futuro se entrelazan, creando una poesía atemporal en la que el lector se verá atrapado."
Basta un puñado de 70 rimas para ser poeta. Con 28 letras o caracteres se hacen ilimitadas combinaciones de palabras, ideas, libros, lenguas, y hablares de las gentes…. Y aun así el asunto no se agota como el fuego de la cueva o el agua de las fuentes.
Alguien dijo que la literatura es como el fuego de la cueva. Y es verdad, pero, al mismo tiempo es una metáfora. Se nutre de palabras, ideas, libros y el fuego lo hace la leña. Se podrán escrbir infinitos poemas de amor pero jamás se agotará el tema. Cada generación llegarán autores que le dedicarán sus creaciones. Esta poesía habita en los nidos de los pájaros y se alimenta de pan y buen vino.