Con motivo de la nueva edición de PHotoEspaña, Fundación Telefónica presenta la exposición 1000 caras / 0 caras / 1 rostro en la sala de exposiciones de Alcalá 31. La muestra reúne a dos de los referentes mas importantes del arte actual, cuya obra gira en torno a la representacion del individuo y sus variantes polisemicas, junto con los trabajos de un artista desconocido cuyas fotografias se exponen por primera vez. Los retratos de Cindy Sherman se alejan de los canones tradicionales para convertirse en un espacio de confrontacion y de critica. Sherman se utiliza a si misma, en tanto sujeto representado, para cuestionar los estereotipos femeninos asumidos tradicionalmente. Sus fotografias nos hablan de simulacro, de mascara, objetan la naturaleza misma del auto-retrato en la medida en que encarna diferentes personajes con distintas poses. Juega con el desdoblamiento, con el mensaje entre lineas y el retruecano, artificios, en suma, empleados con asiduidad en el cine, la television y la publicidad; medios que imponen su tirania visual y a cuyo mensaje se enfrenta unas veces con ironia, otras con humor y otras incluso con deliberada abyeccion. Si los retratos de Sherman estan cargados de connotaciones expresivas, las fotografias de Thomas Ruff carecen de todo elemento accesorio, con la rotundidad de unos rostros asepticos como unico reclamo. Imagenes que aluden a los procesos de identificacion y control, por los que el individuo es despojado de cualquier atributo que lo diferencie del resto y pasa a convertirse en una cifra. Interesado en el trabajo de laboratorio, Ruff emplea los recursos tecnicos de posproduccion para acentuar esa profunda despersonalizacion que opera en la epoca actual y que no admite inflexiones de tipo moral o psicologico. El resultado son unos retratos objetivados al maximo, fotografias de carne en gran formato, donde los rostros ya no corresponden a personas sino a cosas. Como contrapunto, Frank Montero Collado, fotografo mexicano de finales del siglo XIX y principios del XX, nos ofrece una serie de imagenes ineditas, escenas que rozan lo teatral y cuyas poses recuerdan a las composiciones de estudio decimononicas. Un fotografo del que poco o nada se sabe, una vida sumida en el misterio y la magia, la misma que inunda sus fotografias. Un hombre cuya peripecia vital se puede rastrear unicamente en las breves notas que aparecen escritas en las propias fotografias y que nos hablan de sus multiples facetas y ocupaciones. Seminarista, cantante de opera, periodista, misionero metodista, quiso dejar constancia, sin conciencia politica o artistica mediante, de su azarosa vida con este heterogeneo conjunto de autorretratos que Fundacion Telefonica muestra por primera vez en la sala de Alcala 31.
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