Discípulo, admirador y primer biógrafo de Hegel, aunque se apartara en la práctica de las enseñanzas del maestro, Rosenkranz entendía la persistencia de lo feo como síndrome de su época, un síndrome caracterizado por la inmoralidad creciente entre las personas, el incremento de tendencias naturalistas en el arte y la imitacion inmediata y carente de merito de la realidad a traves de nuevos procedimientos de copia como el daguerrotipo o de las figuras de cera. Esos tres rasgos: la frivolidad (negacion de lo bueno), la causalidad (negacion de lo verdadero) y la particularidad (negacion de lo universal) son objeto de ataque del autor. De las manifestaciones artisticas mas propias de su epoca Rosenkranz solo salva a la caricatura que por su capacidad de sintetizar lo generico y lo individual es el genero propio de lo feo. Concebida, como dice Miguel Salmeron, editor de este volumen, desde un idealismo retrogrado , Estetica de lo feo es una obra clave en la historia de los tratados sobre lo bello precisamente por abordar por primera vez en una estetica filosofica la vertiente opuesta a lo estetico. El texto original en el que se ha basado esta edicion es el impreso en 1853 en Konigsberg por la editorial Borntrager. Ademas de las notas del propio Rosenkranz, se añade un nutrido aparato critico para esclarecer referencias que de otro modo serian oscuras. La presente edicion aporta asimismo la traduccion de los textos griegos incorporados por el autor y un apartado dedicado a los libros que manejo en sus ediciones contemporaneas.
Este estudio se basa en la certidumbre de que la obra de Gustavo Torner es un gran armazón mental, del cual se puede extraer una visión del mundo penetrante e irónica, inmanente y mística a la vez, una vision del mundo que puede abrir grietas de luz en la oscuridad de la nueva caverna que habitamos.