Bokar Rimpoché nació en el Tíbet en 1940, y fue reconocido como Tulku, es decir, como reencarnación de un gran maestro anterior. Por ello recibió una cuidadosa educación tradicional. En 1959, a causa de la invasion china del Tibet, tuvo que exiliarse a la India, donde vivio hasta su muerte en 2004. Durante sus años de exilio viajo extensamente por todo el mundo para impartir el dharma. Visito nuestro pais en repetidas ocasiones, dando enseñanzas e iniciaciones. En uno de sus viajes a España, en monasterio de Dag Shang Kagyu (Panillo), en Huesca, inicio el relato de su vida que conforma gran parte de este libro. Es el testimonio, vivo y preciso, de la existencia de seres que encarnan el ideal de vida budista. Los ultimos capitulos proceden del homenaje que Lama Choky Sengue, discipulo y traductor, le dedico cuando dejo este mundo: Maestro de inmensa bondad, que transmitia en terminos simples la profundidad de la sabiduria, dejo en la mente de muchos una huella luminosa e imborrable. La obra recoge enseñanzas, anecdotas y un retrato de la personalidad espiritual y humana de este gran lama, el lama de Bur kar (colina blanca en tibetano), lugar de su monasterio al oeste del Tibet, proximo al monte Kailash, que ha sido reconstruido y sigue activo. Para el, el budismo contiene la verdad completa del campo espiritual. Conocer el budismo es conocer la moral, la filosofia y la metafisica sin error. Asi, su enseñanza no pretende en absoluto ser original; lejos de el la intencion, ni tampoco la voluntad, de aportar ideas nuevas. No quiere mas que transmitir el dharma del Buda. En una expresion que el sabe, sin duda, adaptar perfectamente al modo de pensar y al entorno cultural de su interlocutor y que, en particular, sabe utilizar para hacer maravillosamente limpido y claro aquello que puede parecer oscuro y complejo en un primer abordaje; a esto se limita su originalidad.
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