Libros de comedia, página 8 de 89

Un conductor asturiano que no acertaba con el alcoholímetro de la cogorza que llevaba encima.- A ver, sople aquí.Y no podía. Cuando pasaba un rato le repetía el agente:- Vuelva a soplar.Tampoco.- Otra vez mas...Asi varias veces. Hasta que el conductor asturiano pasado de grados le replica:- ¡No pensaras que soy un compreso!Tras el exito de Tricornio de guardia, que recogia las anecdotas mas sorprendentes y divertidas de la Guardia Civil. Presentamos esta nueva edicion ampliada que incluye un capitulo dedicado a la incorporacion de la mujer, cuando se acaban de cumplir veinte años de la primera promocion.Con este nuevo capitulo se rinde un homenaje a dos decadas de presencia femenina en el Cuerpo que ha propiciado cientos de situaciones divertidas.Una alumna en la Academia de Baeza entra un dia en la oficina y le dice a la instructora:- No puedo quitar las horquillas del Cetme.La instructora le responde sonriendo:- A ver, no se llaman horquillas... Eso son los pasadores.Y la alumna, sin darle importancia, le replica:- Ya sabia yo que tenia algo que ver con el pelo...Un conductor asturiano que no acertaba con el alcoholímetro de la cogorza que llevaba encima.- A ver, sople aquí.Y no podía. Cuando pasaba un rato le repetía el agente:- Vuelva a soplar.Tampoco.- Otra vez mas...Asi varias veces. Hasta que el conductor asturiano pasado de grados le replica:- ¡No pensaras que soy un compreso!Tras el exito de Tricornio de guardia, que recogia las anecdotas mas sorprendentes y divertidas de la Guardia Civil. Presentamos esta nueva edicion ampliada que incluye un capitulo dedicado a la incorporacion de la mujer, cuando se acaban de cumplir veinte años de la primera promocion.Con este nuevo capitulo se rinde un homenaje a dos decadas de presencia femenina en el Cuerpo que ha propiciado cientos de situaciones divertidas.Una alumna en la Academia de Baeza entra un dia en la oficina y le dice a la instructora:- No puedo quitar las horquillas del Cetme.La instructora le responde sonriendo:- A ver, no se llaman horquillas... Eso son los pasadores.Y la alumna, sin darle importancia, le replica:- Ya sabia yo que tenia algo que ver con el pelo...

De cara al verano, y sobre todo de esas largas colas y esperas, que mejor manera de pasar el tiempo que con un libro de chistes. Al mal tiempo, buena cara, destornillese de risa con sus padres, hijos y amigos con este ameno libro, que ademas de ocuparle poco espacio en su abultada maleta lograra convertir los momentos mas pesados en diversion y entretenimiento. Y porque no,¡ cualquier hora es buena si se trata de reir!

¿Saben de aquel que diu...?Ha habido que esperar, pero, finalmente, el humor ocupa el lugar que, como saber enciclopédico, se merece. Una antología con los 999 mejores chistes de la historia, en la que no se salva ni el apuntador. Porque cualquier situacion, cualquier personaje, puede acabar siendo el objeto de un chiste. Pero no importa: la risa alarga la vida.

Algunas cosas que han dicho en el Club:Hay que ver lo rápido que se queda embarazada una novia, y lo que cuesta dejar embarazada a tu mujer, como vayáis a por el niño… Es más fácil sacarla de España