Son los celos de Hera, la mujer de Zeus, los que desencadenan la desgracia de Hércules. El héroe, hijo del dios más poderoso del Olimpo, se ve obligado a abandonarlo todo y someterse a los designios del hombre que mas odia: Euristeo, rey de Argos. Como penitencia, debera cumplir las doce dificiles pruebas que se le encomiendan y que parecen imposibles. Hercules es, probablemente, el heroe de la mitologia grecorromana por antonomasia y su figura, de fuerza sobrehumana, una de las mas populares de la cultura occidental.
Nacido en el seno de la antiquísima civilización minoica, el Minotauro ha estado desde siempre vinculado a Creta y, por extensión, a todo el Mediterráneo. Se trata de uno de los mitos más complejos y ricos de la cultura griega. Su pervivencia no solo se debe a la monstruosa criatura hibrida, mitad hombre, mitad toro, sino a todo un universo formado por la ira de Poseidon, el laberinto de Dedalo, los sacrificios humanos, Teseo y el hilo de Ariadna.
El complejo y violento origen de los dioses griegos tenía una extensa tradición oral cuando fue narrado por Hesíodo, cuyo relato estableció las diferentes generaciones de divinidades helenas y sus luchas intestinas. Pero, mas alla de las genealogias, la teogonia griega es sobre todo la historia del ascenso y el reinado de Zeus, el dios que, gracias a su poder y a pesar de sus debilidades, es capaz de gobernar el agitado Olimpo con autoridad.
Figura determinante en la caída de Troya, Ulises encarna mejor que nadie al héroe que recurre a la astucia para resolver las adversidades. Pero es sobre todo en su largo regreso a Ítaca, inmortalizado por Homero en la Odisea, donde Ulises despliega sus cualidades excepcionales y convierte su periplo en una aventura constante, que tambien obliga al ser humano a realizar una reflexion interior. Practicamente todos los viajes narrados en la literatura occidental le deben algo a Ulises.