En otoño de 1923 el comandante Déyev, joven veterano de la guerra civil rusa, debe llevar a cabo una tarea tan crucial como épica: evacuar en un convoy ferroviario a quinientos niños de un orfanato de Kazan y conducirlos a la ciudad sureña de Samarcanda, lejos de la atroz hambruna que azota el corazon del pais. Quien acompaña y supervisa al tierno y compasivo Deyev es Belaya, la representante de la Comision de la Infancia, una bolchevique convencida de caracter fuerte. Juntos deberan recorrer cuatro mil kilometros en seis semanas, con un unico proposito: salvar la vida de los niños. Las peripecias que viviran durante el trayecto, descritas con gran realismo, adquieren una dimension mitica gracias a la magistral pluma de Yajina, capaz de convertir a Deyev en un Ulises moderno, y su largo periplo, en una gran aventura de tintes legendarios.Guzel Yajina nos asombra por su destreza para hilvanar una prosa de hermosos ramalazos liricos con una atmosfera irrespirable donde el horror lo impregna todo. Este no es un horror gratuito para epatar al publico, como hacen algunos autores contemporaneos. La grandeza de Tren a Samarcanda esta en la veracidad, en su solida contextualizacion historica y en su profunda vision psicologica, a la sombra de la gran escuela literaria rusa.Lourdes Ventura, El CulturalSi ya nos deslumbro con la novela anterior Zuleija abre los ojos, la esplendida Tren a Samarcanda no dejara indiferente a nadie que la lea. De nuevo, en un viaje legendario, en una especie de exodo biblico que atraviesa lo mas profundo de la Rusia revolucionaria, Yajina nos vuelve a cautivar con una historia fascinante y llena de emocion, ambientada con una admirable precision historica.Mercedes Monmany, ABC CulturalEscena por escena hay momentos y sucesos de una intensidad y un lirismo (si se puede hablar del lirismo del dolor, del hambre, de la desesperacion) extraordinariamente elocuente, de una exigencia literaria, una fuerza expresiva y un analisis de la condicion humana en la mas endurecida adversidad.Jose Maria Guelbenzu, BabeliaEscritora de exito en Rusia por su literatura historica de corte optimista, Guzel Yajina continua en esta novela con la reconstruccion del pasado tartaro. Me pregunto si este tipo de novela historica de ecos cinematograficos, mas que descifrar los traumas heredados, no creara un refugio un tanto amable ante la intemperie de los crimenes actuales.Marta Rebon, La LecturaMenuda novela. La dureza de sus paginas solo es equiparable a la grandeza de su valor literario. Un realismo este si que merece tal nombre- que traspasa y rompe el corazon de piedra del mas esceptico, unos personajes que conmueven las mas diversas y enfrentadas sensibilidades.Fernando R. Lafuente, The ObjectiveHorrorosas hambrunas, el pavor de la guerra y la crueldad de la condicion humana se ven encaradas a conmovedores momentos de esperanzada y desinteresado heroismo. Dentro del mejor realismo clasico, esta es una historia de impresionante emotividad.Jesus Ferrer, La RazonTren a Samarcanda es una novela social sobre un momento historico concreto, y por lo tanto es una novela politica e historica. Es una obra sobre el hambre extremo, sobre la supervivencia y la capacidad de resistencia de los humanos, sobre la compasion y la generosidad. Es un hermoso tratado sobre la angustiosa busqueda del sentido de la vida.Fulgencio Arguelle...
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