Un mundo apocalíptico donde la lluvia debe ser traducida, el silencio canta más fuerte que el habla y los pájaros cableados repiten grabaciones de sus ancestros extintos.Al 2040 empieza con una pregunta puntuada como si de una afirmacion se tratara: Estamos / acaso ya extinguidos. De quien es / el mapa. Sus poemas son cantados por alguien que esta escribiendo esos mismos versos mientras mira por la ventana de una sala de radioterapia, y lo que ve fuera son los retazos de una tierra en ruinas: un mundo apocaliptico donde la lluvia debe ser traducida, el silencio retumba mas fuerte que el habla y los pajaros, conectados a la red, repiten grabaciones de sus extintos ancestros.En estos poemas visionarios, Jorie Graham hace a la vez de historiadora, de cartografa y de profeta, y, con imagenes de precision cinematografica, nos muestra multiples futuros potenciales, que abarcan desde vistas aereas de costas remodeladas hasta primeros primerisimos planos de un gusano excavando en la tierra. Todo ello con la banda sonora de sirenas entre los escombros, contemplando la perdida de las especies que los habitaron y de quienes les dieron nombre.Con la crisis climatica en suspenso, este libro funciona como una carta abierta urgente destinada al futuro, a la par que vamos siendo cada vez mas conscientes de la profunda belleza de este mundo que estamos destruyendo, mientras buscamos con apremio una orientacion que, quiza, ya no este a nuestro alcance.