"Creo, ante todo, que estamos frente a un libro importante. Con esto me refiero a una reunión de textos de alto nivel que se convierten en una herramienta que, por su carácter comprometido, útil y exploratorio, nos permiten aprender como aportar, repensar y preguntar.No puedo negar que haber formado parte y pertenecer a la universidad que tiene en Hector Masoero su timon me contagia de una emocionalidad que hace no solo de estimulo para mi estudio acerca de el, sino tambien que me incumbe, nutre y desafia.No voy a detenerme en cada capitulo en particular, ya que seria demasiado extenso -como podria ser "La planificacion estrategica", de Gloria Vidal, la ex ministra de educacion de Ecuador, o aquellos otros que tienen como autores a Ramiro Salas Bravo o Alberto Taquini (hijo), asi como el de Marita Carballo y varios de los otros notables-, pero si subrayar algunos conceptos de lo que pienso nos invita a participar y ser protagonistas de la vida universitaria.Pienso leer y palpitar de este modo el espiritu, o el alma, si prefieren, la vocacion de este libro.La universidad no puede dejar de preguntarse acerca de cual es su lugar en el mundo de hoy. Porque si hay algo de lo que no duda es de ser un motor indispensable tanto en la generacion de informacion, datos y conocimiento, en su mas amplio sentido, como tambien testimonio de valores permanentes, que son aquellos que nos conforman como sujetos en la sociedad de hoy. Es su deber reconocer la velocidad de los cambios que tienen lugar en nuestra actualidad, que no pueden dejar de estar presentes en la transmision educativa y en las nuevas estrategias pedagogicas.Porque la universidad, nuestro templo laico, instala en su cotidiana convivencia una etica, una moral, un respeto tanto por la subjetividad individual como, si me permiten este termino, por la subjetividad social. Y aclaremos tambien que debe respirar el argumento vital, esto es la estructura universitaria que la haga capaz de cuestionar el mundo externo y cuestionarse sana y renovadoramente su trama interna. ¿Para que? Para estar viva, curiosa, cambiante. Que refleje lo que sucede y anticipe probabilidades. De eso se trata la intuicion. Porque nuestra vocacion docente no es solo enseñar, sino aquello que le incluye, mas amplio, y es aprender. Educar hoy es mas que nunca es ser uno de los bastiones de la responsabilidad social, tantas veces amenazada.Debe promocionar desde el inconforme interrogante del filosofo hasta el permanente cuidado por el esfuerzo, la tenacidad y la voluntad. Compartimos en las clases el soñar con el hacer, el desear con el querer.La arquitectura que alberga este universo es compleja, ardua y causante de entusiasmo.Este maravilloso libro, conjunto de lecciones generales, diagnosticos, proposiciones, ensayos y certezas, prueba que es posible" (Jose Eduardo Abadi).
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