BEATO DE LIEBANA

Beato de Liébana no es el monje plano que algunos historiadores nos presentan, y al que hacen pasar a la Historia como una pieza ocasional, utilizada hábilmente por Carlomagno y su Corte para sus propios fines. Este religioso “lebanense” ha dejado evidentes muestras de su penetrante intencionalidad política, de su clara visión de la oportunidad que le brindaba la controversia adopcionista y de la manera en que se debía actuar para oponerse con éxito a la asfixiante situación histórica que le tocaba vivir. La personalidad de Beato se completa con abundante documentación histórica procedente de diversas fuentes: crónicas árabes y crónicas, cartas y actas cristianas. Hombre de fe, cercano al ascetismo, hizo uso, como herramienta-arma, de la palabra escrita; sirviéndola envuelta en su erudición cristológica durante la áspera controversia que ocasionó el adopcionismo. En el presente trabajo, además, se atrae la atención sobre ciertos personajes y hechos contemporáneos o influyentes en la vida de Beato que habitualmente son dejados al margen; aunque a veces son determinantes para la consecución de su obra