Austral - 9788467051773
Quien encuentra un amigo encuentra un tesoro, reza el Eclesiastes. Vicente Aleixandre, nuestro ºltimo poeta Premio Nobel, amasó, con amor y sin esfuerzo, una riqueza sin igual a lo largo de sus 86 años de existencia. Aleixandre profesó una amistad fraternal y cómplice con el poeta oriolano, una amistad basada en la dignidad etica y literaria. Nada cuesta imaginar al sevillano vaticinando ante el novel poeta Miguel Hernández: "Yo adivino en ti al escritor que escribe saturado de futuro. Tuyo es el porvenir". Y así fue. Pero lo fue porque Aleixandre – consejando honrada y discretamente a Josefina Manresa, viuda de Hernández, y previendo que Miguel era de esos escritores, primero, personas, y, despues, poetas de la misma estirpe de honestidad– logró que el poeta del pueblo no desapareciera en el olvido del largo tºnel franquista y que su obra fuera creciendo en valor merced a sus pesquisas y desvelos por proteger, reconstruir, recopilar, ordenar y fijar la poesía del oriolano. Para el prestigio como poeta del que Miguel Hernández goza dichosamente hoy y para el estreno de la difusión internacional fue imprescindible una figura de talla tan hondamente humana como la de Vicente Aleixandre.
Pertenece a la serie Humanidades
Especificaciones del producto
Escrito por Vicente Aleixandre
VICENTE ALEIXANDRE (1898-1984) nació en Sevilla, pasó su infancia en Málaga y vivió casi toda su vida en Madrid, donde estudió Derecho y Comercio. Miembro de la generación del 27, amigo de Lorca, Neruda, Manuel Altolaguirre, Dámaso Alonso y Jorge Guillén, tras la Guerra Civil decidió quedarse en España, donde se convirtió, desde su casa de la calle Velintonia, en el mentor de toda la poesía española contemporánea, desde la posguerra hasta el grupo poético del 50 y los novísimos. En 1977 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
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1 opiniones de usuarios
MANUELVULCA
28/05/2025
Bolsillo
Que voz tan inteligente y amable que atraviesa los tiempos.Vicente apoya al talento detectado y cumple a alzar un gran destino, la poesía de Miguel Hernandez