Juan Castrillo, titulado en Filosofía, Teología, Políticas y Sociología, amplió sus estudios en Lovaina y Nueva York. Profesor de latín y filosofía durante muchos años. Este brillante currículo nos asesora y confirma la calidad del trabajo de investigación y traducción de la obra del siglo XVII (1621), Discurso encomiástico de Antonio Pérez a san Ivo, patrono de los jurisconsultos, (escrita en latín al uso de la época). El traductor, Juan Castrillo, se mantiene en todo momento fiel al texto latino, casi literal, no olvidemos que el latín es como su segunda lengua.
Esta pequeña obra, que es una joya, tanto por su contenido como por su forma, viene introducida con un homenaje, en verso, a san Ivo, elaborado por la asociación de juristas de la universidad de Lovaina y publicado en el tablón de la misma universidad. Cantan las virtudes del santo, sus méritos y sus milagros. Acuden a la mitología griega para comparado con los dioses, semidioses y héroes en sus gestas y cantar así sus glorias: a Febo, a Peleo, (el macedonio), a Perseo, al noble Filipo, a Apeles, a la diosa Coa, a Temis, (diosa de la justicia, pegada siempre a la balanza), a Marte favorable, etc. Termina la loa proclamando a san Ivo, «culmen y decoro de la justicia».