Quizá con Ciro Bayo desaparece un tipo de escritor entre bohemio y sabio, un escritor, como dijo Gastón Baquero, en estado puro. "De escritor que sólo necesita de veras escribir para dominar la existencia. Los demás lo ven como fracasado, mentiroso, ridículo a veces, pero el es por dentro el rey de un mundo magnífico". En EL PEREGRINO ENTRETENIDO se presentó así: "Soy un caballero andante de nuevo cuño, o si le parece a usted mejor, un pícaro; porque a esto viene a parar la antigua caballería traducida a la prosa de la vida corriente. Soy tambien letrado, que es lo mismo que decir hidalgo pobre dos veces, con la agravante de conllevar con buen ánimo y conformidad mi pobreza. Soy artista, soy escritor, y quien dice esto, dice un desmañado, un inepto en la vida práctica. Además de esto, no quiero rebajarme al nivel de esos prosaicos burgueses de susceptibilidades y pequeñas vanidades, que manejan con tal cual acierto sus negocios y no pasan de ahí. Tambien me siento enemigo de la sociedad actual; yo, que odio la vida reglamentada y codificada, no soy ni idealista ni utopista, ni pensador ni energúmeno, ni apóstol ni sicario. Soy un estoico, al que no se le da nada de la vida corriente. Lo confieso soy un español rezagado del siglo XVII". No fue difícil reconocer a Ciro Bayo de