Ensayo político sobre la rabia, su dimensión política, su instrumentalización y cómo la derecha y la izquierda compiten por ella.
Con un pulso incisivo, Oriol Erausquin denuncia la importancia de politizar la rabia y cuestionar sus usos y límites. Una rabia no quiere destruirlo todo sino romper lo que nos daña. Que no se alimenta del asco ni se descarga en chivos expiatorios, sino que se dirige contra el poder que nos asfixia. Porque si el futuro aún es posible, será gracias a quienes se atrevan a organizar la rabia.