La acción arrolladora y el desconcierto, marcan el ritmo devorador de esta novela. Desde el principio uno se pregunta donde se pretende llegar. Ángel Font se arriesga en una propuesta narrativa de diseño, que engancha como las drogas, que no deja títere con cabeza, ni a nadie indiferente por su actualidad. ¿El nuevo Papa será Mama? A lo largo del libro, cada situación deja un poso, un poso de confusiones e interrogantes, pero sin perder ritmo e interés. Los sin papeles, las prostitutas, los infieles, los integristas recalcitrantes, todos se acercan al altar en busca de unas promesas milenarias.Pero el protagonista navega entre dos mundos faltos de respuestas. ¿Y si Dios tuviera su propia web? ¡Milagros via satélite! ¿Por qué no? Si la Iglesia no se pone al día se acabarán los días de la Iglesia.