En este libro, la autora emprende un viaje al pequeño pueblo de Metamorfosi, en el Peloponeso, en busca del origen de algo íntimo y esencial. Acompañada por amigos que son familia elegida, la narración se convierte en una exploración de vínculos, memoria y transformación. Con una prosa poética y evocadora, Cano construye un relato que transita entre lo personal y lo colectivo, entre el paisaje físico y el emocional.