Con Ortega y Pacheco, Pedro Vera ha encontrado una excusa animada para ejecutar sus más oscuros anhelos de justicia social. Esta pareja de salvajes contratarían al mismísimo Torrente para que les ayudara a mejorar su imagen. Humor escatológico y diversión asegurada en un nuevo número de la colección Lo más mejor, de la mano de este par de garrulos que, como dice su autor, tienen por afición perturbar la mansa balsa de aceite podrido en la que actualmente flotamos todos.