:amp;#171;Nuestras hijas fueron creciendo y creciendo rebosantes de vida. Y, como el tiempo no deja nada olvidado, un buen d:amp;#237;a, y sin previo aviso, la mayor pronunci:amp;#243; la pregunta largo tiempo esperada: :amp;#8220;Pap:amp;#225;, si he nacido, :amp;#191;por qu:amp;#233; tengo que morir?:amp;#8221;. Una tras otra, nuestras cuatro hijas fueron formulando la pregunta y, una vez tras otra, yo volv:amp;#237;a a contar el mismo cuento, y cada vez lo perfeccionaba m:amp;#225;s y lo hac:amp;#237;a m:amp;#225;s largo. Quiz:amp;#225;s, alg:amp;#250;n d:amp;#237;a, cuando yo ya no est:amp;#233; en esta dimensi:amp;#243;n, alguien seguir:amp;#225; utilizando este cuento para darle a otro ni:amp;#241;o una respuesta a la m:amp;#225;s fundamental de las preguntas. Qui:amp;#233;n lo sabe.:amp;#187;Esta es una historia hecha a la medida para responder, como dice el autor, a aquella pregunta que hace a:amp;#241;os esperaba y que un d:amp;#237;a le hicieron sus cuatro hijas.