Quedan ya lejanos aquellos tiempos en que la posesión de una piscina privada integrada en el jardín de un chalet se consideraba poco menos que un lujo, asequible exclusivamente a núcleos privados de la sociedad.La piscina no es sólo un recipiente estanco lleno de agua, dispuesto para zambullirse en él, sin o que su puesta en marcha requiere diversas atenciones para asegurar su perfecto funcionamiento. También habrá que resolver el problema de suministro de agua y su mantenimiento, sus condiciones biológicas y su evacuación.Mediante esta obra el propietario de la piscina, así como los constructores, dispondrán de un manual de consulta sencillo y completo, rigurosamente puesto al día, que les permitirá adquirir los conocimientos preciso para aventurarse en este campo.