PLACERES SENCILLOS

Una colección de relatos que tienen en su corazón «una sutilísima comprensión de la excentricidad y del aislamiento humanos» (Truman Capote).

Una colección de relatos que tienen en su corazón «una sutilísima comprensión de la excentricidad y del aislamiento humanos» (Truman Capote).

A pesar de su escasísima obra narrativa—tan sólo la novela Dos damas muy serias y el libro de relatos Placeres sencillos—, la figura de Jane Bowles («esa leyenda moderna», Truman Capotedixit), se ha ido agigantando en los últimos tiempos, convirtiéndose en una «figura de culto» en el mundo anglosajón.

Dos damas muy serias, fue saludada por Tennessee Williams como «mi libro favorito» y por Alan Sillitoe como «un hito en la literatura norteamericana del siglo XX», entre otros muchos ejemplos.

En cuanto a los seis relatos y una «escena para títeres» que componenPlaceres sencillos, destacan en especial el cuento que da título al libro y el denominado «Camp Cataract», del que Truman Capote afirmó: «Camp Cataract (en mi opinión el más completo de los relatos de Mrs. Bowles y uno de los más representativos de su obra) es el relato cómico de un destino calamitoso que tiene en su corazón, y como corazón, una sutilísima comprensión de la excentricidad y del aislamiento humanos. Sólo este relato exigiría ya que otorgáramos muy alta estima a Jane Bowles».

Dos damas muy serias fue el primer título de la colección «Panorama de narrativas». A pesar de tratarse de una escritora prácticamente desconocida en España, la crítica no vaciló en volcarse con entusiasmo. Como ejemplo, los siguientes comentarios:

«Un frescor y una originalidad que la sitúan en los quehaceres literarios más estrictamente contemporáneos» (Javier de Cambra).

«Una de esas obras fundacionales que aciertan a instalarse enel corazón de lo esencial» (Leopoldo Azancot).

«Una extraña sensibilidad literaria que, a veces, toca una ternura perversa, capaz de atrapar al lector más inmune» (Josep M. Cortés).

«Dura, clara, directa y feminista. De inexcusable lectura» (El País).

«La más fina excentricidad» (Marta Pessarrodona).

«El estilo resulta curiosamente moderno... A años luz de los vetustos materiales del realismo» (Sergio Vila-Sanjuán).