Jorge Semprún (Madrid, 1923-París, 2011) fue un escritor transnacional cuya obra abarca todos los géneros: ensayo, guion cinematográfico, narrativa, poesía y, sin duda el menos conocido, también el teatro. Su literatura dramática comprende hasta el momento cinco obras de suerte desigual: una de ellas publicada clandestinamente en 1953 (¡Libertad para los 34 de Barcelona!), dos en francés (El regreso de Carola Neher y Yo, Leonor, hija de Carlos Marx, ¡judía!, editada póstumamente) y la primera cronológicamente (Soledad) y la cuarta (Gurs. Una tragedia europea), inéditas. Escritas en diferentes idiomas, se publican ahora en un único volumen, traducidas al castellano por primera vez. Cada una de estas cinco obras responde a una circunstancia concreta en la dilatada vida de su autor, es decir, responde a las preocupaciones y obsesiones que fueron nutriendo su escritura a lo largo de una vida no exenta de sobresaltos ni de momentos difíciles, paralelos a los que sacudieron el agitado siglo XX. El comunismo, el exilio republicano español y los exilios europeos, los universos concentracionarios –los más importantes, el nazi y el soviético– o la crítica de los totalitarismos del siglo XX y sus secuelas, se encuentran entre sus temas principales. El teatro de Semprún, de modo más directo que el resto de su obra, viene a constituir un aldabonazo de resonancias múltiples, una llamada de atención sobre asuntos insoslayables de la condición humana, que históricamente adquirieron dimensiones trágicas y frente a los cuales el autor, además de la denuncia, invita en cada momento a la reflexión y a la acción en nombre de los valores de la libertad y la dignidad humanas.
Elie Wiesel (30 de septiembre de 1928). Escritor rumano, superviviente de los campos de concentración nazis, dedicó toda su vida a escribir y a hablar sobre los horrores del Holocausto con la firme intención de evitar que se repita en el mundo una barbarie similar.Wiesel nació en 1928 y a los 16 años fue capturado por los alemanes, al igual que los demás judíos de su pueblo. Tras llorar la muerte de todos sus familiares en Auschwitz y Buchenwald, estudió en la universidad de la Sorbona, en París, y posteriormente trabajó en periódicos de Israel, Francia y Estados Unidos, donde se estableció desde 1956.Autor de tres novelas sobre sus vivencias durante aquellos años de represión y muerte, ganó el Premio Nobel de la Paz en 1986.