Aunque es obvio que ninguna época puede proyectarse sin más a otra época caracterizada por circunstancias ambientales y contextos culturales completamente distintos, tampoco se puede desconocer que la experiencia de la Republica de Weimar puede aportarnos, aparte del valioso analisis historico del pensamiento politico, social y constitucional de ese periodo crucial de la historia europea y mundial, enseñanzas importantes sobre los grandes debates que se han suscitado desde el siglo veinte.Resulta significativo que se haya hablado de laboratorio Weimar para señalar que durante la Republica de Weimar (como tambien, en gran medida, en la Republica Austriaca y en la Segunda Republica Española) se plantearon las grandes cuestiones y debates sobre el espacio de lo politico y lo juridico; de categorias como poder constituyente, poder constituido, soberania, soberania popular, constitucion, democracia constitucional, dictadura, constitucion formal, constitucion material, constitucion economica, constitucion social, democracia social, democracia sustancial, democracia economica, democracia industrial, derechos fundamentales, garantias constitucionales, reforma constitucional y mutacion constitucional, sistema de partidos, opinion publica y un largo etcetera. Todo ello acompañado de la presencia de pensadores que nos siguen interpelando y que fueron de una talla intelectual extraordinaria: Hans Kelsen, Carl Schmitt, Hermann Heller, Rudorf Smend, Gustav Radbruch, Otto Kirchheimer, Franz Neumann, Ernest Fraenkel, Ernst Forsthoff, Karl Loewenstein, Otto Bauer, Karl Renner, Otto Hinze, Karl Mannheim, Franz Oppenherimer, Karl Paul Polanyi, entre otros muchos. Merece pues la pena adentrarse en ese mundo intelectual a traves de un pensador extraordinario como fue Otto Kirchheimer. Y hacerlo en el contexto de esa epoca trascendental de nuestra historia politica y cultural europea, pero teniendo en cuenta que en el tiempo presente domina una complejidad extraordinaria y una incertidumbre que supone que lo que esta en juego no es solo la democracia, sino nuestra continuidad como especie. Y este es un elemento realmente nuevo en la historia humana.
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