Almeida Garrett fue el introductor del espíritu romántico, en su correcta dimensión, en Portugal, y de Portugal, en su verdadera dimensión, en el movimiento romántico europeo. Abrió su país a Europa. De el, como escribio Ramalho Ortigao, "aprendimos a estimar la belleza, a amar la libertad, a comprender las artes y a querer el progreso". La modernidad ideologica del romanticismo aleman, junto a los temas y actitudes del anglosajon, hicieron huella en su forma de entender la vida y la literatura, transformandolo en una rara avis del romanticismo peninsular. Las caracteristicas que Octavio Paz no encontro en la literatura española hasta llegar al Modernismo, afloran en la obra de Garrett y, muy especialmente, en ese libro hibrido y profundamente moderno que es Viajes por mi tierra. Es, por ello, uno de los mas genuinos, si no el mas, de los romanticos ibericos. Varias de las caracteristicas que Italo Calvino vaticino para la literatura del siguiente milenio (exactitud, visibilidad, levedad, rapidez y multiplicidad) estan presentes en los Viajes por mi tierra, novela que es muchos libros a la vez, bajo la mascara de un viaje con trasunto biografico que une Lisboa con Santarem. Un viaje por la historia, por la sociedad, por la politica, por la cultura de Portugal del siglo XIX, al que el lector (otro de los grandes protagonistas del libro) podra asomarse desde un papel siempre activo. Un periplo plural en el que la rapidez y la multiplicidad van hilando un relato valiente y certero como la vida de su autor. Aquel que nunca rehuso la visibilidad, que siempre considero la admiracion como uno de los propositos de su obra literaria.
Ver más