En la vasta feria de las ideas que constituye hoy la cultura profana y cristiana de Occidente, muchos buscan -en vano- puntos de referencia y se quejan de no encontrarlos. André Léonard, en vez de lamentarse por la confusion de los espiritus, prefiere aclararlos. ¿Como ha intentado el hombre moderno, a traves de la filosofia, actualizar el sentido de su existencia? ¿Que logica le ha llevado a ello: aprehendiendose a si mismo en el horizonte de la naturaleza o de la historia, o bien en funcion de su propia libertad o mas bien a partir de una interpretacion del absoluto? ¿Y como algunos teologos se han esforzado por dilucidar la fe cristiana dentro de estas tres perspectivas, diferentes pero complementarias? Respondiendo a estas preguntas con gran claridad, Andre Leonard escoge (por su ejemplaridad, sin preocupacion enciclopedica alguna) distintos persamientos, filosoficos y teologicos, y va haciendo aparecer su fuerza y su debilidad simultaneamente. De esta forma se llega, naturalmente y sin arbitrariedad, a un discernimiento intelectual que quiere ser abiertamente cristiano.