Esta primera novela póstuma de Antonio Tabucchi es ocasión para el reencuentro con la voz amiga del escritor toscano fallecido hace casi tres años, con su inconfundible escritura, tan cálida como repleta de interrogantes, tan devastadora en su retrato de la laberintica condicion humana como acogedora en su ironia y permanente registro ludico. Pero es tambien el reencuentro con dos esquivos y recurrentes personajes que han transitado por varios de sus libros, Tadeus e Isabel. El primero, en efecto, vuelve de la lejana constelacion donde habita para, como el descreido Orfeo, arrancar a la segunda del olvido en que reposa. Pero encontrar a Isabel no sera facil y el narrador debera recorrer los distintos circulos de un mandala para llegar al centro donde acaso ella le aguarde, y emprender un viaje, que mucho tiene de alucinacion y ensueño, por el tiempo y el espacio, conversando con los personajes que la conocieron: la niñera de su infancia, sus compañeros de luchas antisalazaristas, el carcelero que la ayudo a escapar, un excentrico sacerdote de Macao, un poeta moribundo, para culminar con Xavier, el personaje de Nocturno hindu, otro ilustre miembro del linaje de los desaparecidos tabucchianos. Y el retrato colectivo que acaba trazandose de esta mujer de vida doliente sera, una vez mas, caleidoscopico y contradictorio y, como la linea del horizonte, se aleja a medida que avanza la excentrica investigacion de ese Philip Marlowe metafisico en el que va convirtiendose Tadeus. Escrito en 1996, pero concebido mucho antes y mencionado varias veces despues, este libro acompaño a Tabucchi durante muchos años. Un critico italiano ha sugerido que si no se decidio a publicarlo en su momento fue porque llego a sumergirse en su escritura mas que en ninguno de sus libros. Fuera o no asi, lo indudable es que esta extraordinaria novela, tan breve e intensa como Requiem, es un autentico compendio de todos los grandes temas tabucchianos: la vida como laberinto inextricable, el viaje como metafora de la busqueda existencial, la ligazon entre historia individual y colectiva, el tiempo y la muerte, los recovecos de la memoria y el olvido, con la habitual maestria de su autor para barajar elementos heterogeneos y personajes inolvidables. Un regalo para los lectores, un relato tan apasionante como perturbador, la voz de Tabucchi de nuevo entre nosotros. Novela a cuya sugestion no sera facil que el lector pueda sustraerse, Tabucchi vive y dilata sus historias siguiendo la reflexion sobre el ser y el tiempo que siempre lo ha acompañado. Para Isabel no es un relato de Tabucchi, sino que en cierta manera puede definirse como el relato, ese que durante muchos años estuvo intentando escribir (Paolo Mauri, La Repubblica). La enesima gran tesela de esa fantasmagorica y melancolica cosmogonia de la ausencia que Tabucchi ha ido compilando novela tras novela, relato tras relato (Andrea Bajani, Il Sole 24 Ore). Es el relato por excelencia, podria decirse; un viaje sin centro, entre sueño, memoria y delirio (Renato Minore, Il Messaggero).
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