Tras la reorganización del registro catastral ordenado por el dictador Primo de Rivera en 1923, una serie de pueblos son olvidados por un error burocrático. A partir de este hecho histórico, Bernardo Fuster, en esta su primera novela, nos presenta a distintos personajes, reales unos y otros probablemente ficticios, en un texto divertido, irreverente, provocador, ácrata, republicano y surrealista en el que se reivindica la clandestinidad frente al poder, el laicismo frente al dogmatismo religioso, y la imaginación y el ingenio frente a la incultura y la desidia, en una España que, a principios del siglo XX, comienza a levantarse contra la injusticia social y la miseria.
Acompaña CD-ROM Es este, un libro apasionado -nos dice su autor en el prólogo-. No es un trabajo histórico porque en el tema de los piratas libertarios son pocos los documentos que existen y muchas las leyendas. Intenta ser lógico y fiel a las ideas más que a los datos. En definitiva, es la conclusión que he sacado después de más de quince años leyendo sobre el tema. Debo aclarar que no debe confundirse la piratería a lo largo de la historia con lo que fue la Cofradía de los Hermanos de la Costa. El lema de la Cofradía: NI PATRIA, NI DIOS NI REY, deja bien claros sus principios. Si los corsarios y piratas del Caribe son el origen del capitalismo, los filibusteros de la Cofradía son el origen o germen del anarquismo. No he defendido nunca la piratería clásica, porque en el fondo ha sido siempre una forma de hacer la guerra sucia por parte de las monarquías. Pero no la piratería de la Cofradía, que fue libertaria e independiente aunque sólo durase sesenta años. B. Fuster