De lo que no se puede hablar, más vale guardar silencio.Ludwig Wittgenstein revolucionó la historia del pensamiento en dos ocasiones.Es por ello que se distinguen dos etapas claras en su pensamiento: la primera a la cual pertenece esta sentencia corresponde a la teoria pictorica del significado y la segunda gira en torno a la maxima "el significado de una palabra esta en el uso".La honestidad de su trabajo filosofico fue tal que no titubeo a la hora de tirar por tierra la idea principal de su primera etapa, que aun muchos veneraban y que el mismo habia entendido como punto final de la filosofia. Este libro presenta con sencillez los aspectos mas importantes de su pensamiento al tiempo que ofrece un retrato de su compleja personalidad, segun el propio convencimiento del autor, que sostenia que filosofia y vida no estaban desligados, sino que una era reflejo de la otra y viceversa.De la mano de la doctora en Filosofia Carla Carmona, el lector descubrira en Wittgenstein a un ser humano profundamente ocupado tanto con cuestiones eticas fundamentales incluso cuando trata cuestiones de la logica como con preocupaciones de corte estetico que guian su quehacer filosofico.
Este trabajo es un ensayo sobre lógica representacional, así como una invitación a mirar y a ver la obra pictórica de Egon Schiele desde una perspectiva especial, que se sitúa en el entramado de las relaciones filosófico-artísticas característico de la viene finisecular, al lado de la poesía de Georg Trakl o de las composiciones de Arnold Schönberg.
«De lo que no se puede hablar, más vale guardar silencio». Ludwig Wittgenstein revolucionó la historia del pensamiento en dos ocasiones. Es por ello que se distinguen dos etapas claras en su pensamiento: la primera corresponde a la teoría pictórica del significado y la segunda gira en torno a la máxima «el significado de una palabra está en el uso». Este libro presenta con sencillez los aspectos más importantes de su pensamiento al tiempo que ofrece un retrato de su compleja personalidad, según el propio convencimiento del autor, que sostenía que filosofía y vida no estaban desligados, sino que una era reflejo de la otra y viceversa. El lector descubrirá en Wittgenstein a un ser humano profundamente ocupado tanto con cuestiones éticas fundamentales como con preocupaciones de corte estético