Como un mercenario movido por una razón crematística, Hal Foster comienza en la historieta dibujando Tarzan. Pero si Tarzan es una obra pionera que cambia la deriva del cómic, Príncipe Valiente es una obra de consagración realizada por un autor que ha trasformado su concepto mercenario y pecuniario en vocación; una obra de innovación que se acoge a un estilo pictórico y a una narración basada en la presentación de viñetas secuencia en los momentos clímax del relato. Su valía se traduce en su vigencia, contándose por centenares los autores y dibujantes que asumen o adaptan sus influencias. Es un clásico con todo el prestigio que ello reporta… y además es una obra maestra. Este hecho queda patente a todo lo largo de este libro de Eduardo Martínez-Pinna, que se quiso ilustrado fundamentalmente con imágenes reproducidas directamente y al tamaño exacto de los dibujos originales, para dar del transcendente talento de Hal Foster la imagen lo más perfecta posible. El libro incluye un monumental desplegable con la reproducción a tamaño real de la plancha 155 de Prince Valiant REPRODUCIDA DEL MISMO ORIGINAL.
No es exagerado hablar de “revolución” si se considera que el cómic underground no solo introdujo temas impensables hasta esa fecha sino también aproximaciones gráficas ajenas al realismo canónico y
Los grandes relatos no nos dejan indemnes y Spirit, de Will Esiner, es un gran relato que viene a dejar huella en nuestra mirada y nuestra memoria. Surgido en los años 40 como un encarte que se adjuntaba con la prensa, forjo en el marco de unos diez años un gran puñado de paginas memorables que el lector que se acerque a ellas no podra olvidar. Anclado en el genero negro que actua como motor de arranque que nutre a esas historias de apenas siete u ocho paginas de un armazon narrativo, queademasofrece un escenario posible (la ciudad y sus dias de lluvia), sabe incorporar guiños al comic book de los superheroes (de ahi su mascara) y establece un portentoso dialogo con otros lenguajes como el cinematografico o el literario. Su iluminacion, sus angulaciones en los planos, sus visiones subjetivas, sus flash-backs ensayaban esa gramatica narrativa emparentable con el cine negro de esos mismos años. Sus mujeres fatales, peligrosamente hermosas, eran el veneno adecuado para el poderio grafico y narrativo que despliega Eisner. Su entronque con el relato de terror, a traves de las adaptaciones de los relatos de Bierce o Poe, generan tambien otra frontera permeable en la que los lenguajes se complementan muy provechosamente. Ese escenario gotico terrorifico encajaba, por otra parte, a la perfeccion con los claro-oscuros ...