En el año 79 de nuestra era una terrible erupción del Vesubio destruyó las inolvidables ciudades de Pompeya y Herculano. Sobre este telón de fondo, que Bulwer-Lytton conoció in situ durante las excavaciones realizadas, el autor situo la historia de aquella ciudad alegre y confiada, con sus amores y sus odios, sus pequeñas intrigas, juegos, costumbres y diversiones. Y, aunque Flaubert que tambien habia escrito Salambo aseguraba que las novelas historicas solo son tolerables porque nos enseñan historia, el lector comprobara que, aun sintiendose conmovido por lo que el volcan se llevo, con historia o sin historia, se sentira atrapado por el destino de sus personajes.
La historia de una ciudad alegre y confiada, con sus amores y sus odios, sus pequeñas intrigas, juegos, costumbres y diversiones. Pompeya, la ciudad del arte y el ocio de la Roma floreciente, vio truncada su historia por la terrible erupción del Vesubio en el año 79 d.C. Ese destino violente e imprevisible la convirtió en lugar mítico.
Fantasía futurista que engarza dentro de una tradición de utopías negativas. En el proceder de la raza superior que habita incógnita en las entrañas de la Tierra observamos el germen de muchas de las lacras que han contribuido a hacer de nuestro entorno actual un espacio deshumanizado en el que la tecnologia y la manipulacion solapada del lenguaje por parte del poder son los instrumentos privilegiados para anular la capacidad de pensar y de sentir de los seres humanos.