Este es un libro destinado a padres, profesores y a toda persona que tenga por misión acompañar y estimular el desarrollo de otro ser humano. En este sentido, el objetivo general es de carácter prev
Cada persona es un agente constructor o destructivo para sus congéneres, por las atribuciones de valor que nos asignamos recíprocamente, la confianza que nos otorgamos, las expectativas de desarrollo personal que creamos y las confirmaciones que efectuamos sobre los logros ajenos. Por eso, este es un libro de Analisis Transaccional, porque se adentra en averiguar como la conducta cotidiana contribuye a la configuracion del propio yo de cada persona.
Cada persona es un agente constructor o destructivo para sus congéneres, por las atribuciones de valor que nos asignamos recíprocamente, la confianza que nos otorgamos, las expectativas de desarrollo personal que creamos y las confirmaciones que efectuamos sobre los logros ajenos. Por eso, este es un libro de Analisis Transaccional, porque se adentra en averiguar como la conducta cotidiana contribuye a la configuracion del propio yo de cada persona.
Pretende desdramatizar el conflicto y mostrar cómo el antagonismo, que forma parte de la vida, es necesario para un desarrollo psíquico saludable, entrenamiento de la asertividad y campo de aprendizaje para facilitar la sinergia y la cooperacion.
Este libro, además de contener un banco de 26 ensueños, presenta una experiencia real de su empleo como medio didáctico. Robert Desoille descubrió un nuevo registro de la imaginación: comprobó que puede ser un instrumento que cura, un medio al servicio de la salud mental. Los ensueños de ascenso y descenso favorecen que la persona se reconcilie con su poder. Esta es condicion previa a toda curacion. Despues, la persona es capaz de revisar los habitos que le acarrean sufrimiento y movilizar su impulso para afrontar los retos que tiene planteados. En cualquier otro momento, el ensueño es aplicable cuando la persona desee, o necesite, contactar con su niño interior, el tesoro personal, la parte sensitiva, emocional, ludica y poderosa que habita en cada ser humano desde su nacimiento hasta su muerte. Cuidar este recurso ha de ser una labor ordinaria de respeto a la persona que somos y queremos ser.
Cada persona es un agente constructor o destructivo para sus congéneres, por las atribuciones de valor que nos asignamos recíprocamente, la confianza que nos otorgamos, las expectativas de desarrollo personal que creamos y las confirmaciones que efectuamos sobre los logros ajenos. Por eso, este es un libro de Analisis Transaccional, porque se adentra en averiguar como la conducta cotidiana contribuye a la configuracion del propio yo de cada persona.