Tomás Becket, o santo Tomás de Canterbury (1118-1170) es uno de los personajes más controvertidos que nos ha legado la Edad Media europea. Tomás Becket se reveló como un estudiante excepcional en la abadia de Merton, donde llevo a cabo sus primeros estudios en leyes civiles y canonicas, antes de estudiar teologia en Paris y Bolonia, lo que le permitio iniciar una carrera brillante como arcediano de Canterbury y prevoste de Beverley y, siendo aun joven, convertirse en canciller del reino. Como tal entablo una solida amistad tanto con el rey Enrique II como con su hijo y llevo una comoda vida en la corte hasta que fue nombrado primado en la sede arzobispal de Canterbury. Sin embargo, los enfrentamientos con el rey acabarian por llevarle a una situacion insostenible, y finalmente a la muerte; que fue solo el inicio de una nueva controversia.