¿Es posible alcanzar la popularidad sin haber hecho nada digno de mención? ¿Por qué los políticos se parecen cada vez más a los actores, y los actores desempeñan papeles políticos? ¿Se puede llegar a ser un cantante mundialmente conocido sin saber cantar ni tener ningun conocimiento de musica? ¿Es posible que un publicitario sea considerado un genio creativo, y que el genio de un gran pintor solo sea reconocido mediante una brillante estrategia publicitaria? Si. Todo esto y mucho mas es posible porque estamos viviendo en la sociedad del espectaculo, una sociedad del puro presente, convertida en una gran funcion de sesion continua, donde todo puede hacerse realidad; donde los ciudadanos, reducidos al papel de enorme audiencia avida, exigen una produccion incesante de entretenimiento, disfrazado o no de actualidad. Las gigantescas dimensiones que ha alcanzado la sociedad de telespectadores han convertido a la Fama en un monstruo de mil cabezas dedicadas a colmar de diversion el tiempo vacio del publico. Y a las puertas del siglo XXI, la justificacion de la existencia parece encontrarse solamente en el intenso y cegador foco mediatico. El antiguo dilema ser o no ser ha sido sustituido por el mas moderno del estar o no estar. ¿Es la fama el nuevo patron oro con el que todo puede medirse? ¿Se han reducido nuestros ideales al deseo devorador de ser iluminados, aunque solo fuese por un instante y en un puro simulacro, por los focos mediaticos? Esa es la cuestion. Los autores de este ensayo despiadado e inteligente sobre uno de los mas universales fenomenos de la contemporaneidad, escriben desde el vientre mismo de la ballena.