Guido Cervo es profesor de Derecho y Economía Política en Bérgamo, ciudad en la que vive. Tiene ideas muy claras sobre la narrativa histórica y a menudo bromea diciendo que escribe novelas que le gustaría leer. Por eso sus puntos de referencia literarios son los grandes romanceros del pasado que cuentan la Historia como un acontecimiento coral. Cruzando la fantasía con la realidad, ha publicado numerosos libros ambientados en la historia romana, atreviéndose en uno de sus últimos libros con un nuevo periodo histórico: la I Guerra Mundial. La cruz perdida es la primera que escribe ambientada en la Edad Media.
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Año 275 d.C. Frontera renana. A una señal del legado Valerio Metronio, los soldados romanos irrumpen en las cabañas, trayendo el pánico y el horror. En pocas horas, no quedarán más que las cenizas de Ildiviasio, capital de los suarines. Pero la estirpe de los alamanes, vándalos y arios aumenta sin cesar. Una coalición de tribus de dimensiones nunca vistas hasta el momento se está reuniendo para invadir las Galias, aprovechándose de las continuas guerras entre los generales romanos. A la valerosa Vigésima Segunda legión de Valerio Metronio le espera el deber de intentar lo imposible: detenerlos.
En el año 1241 una horda de feroces guerreros se precipita desde las estepas al centro de Europa. Sedientos de sangre y de saqueos, les precede su fama de crueldad: son los tártaros, cuyo nombre ya es sinonimo de terror. Confiado en la ayuda de unas tropas cristianas que avanzan con lentitud, el ejercito de Enrique II, duque de Silesia, sera aniquilado en la batalla de Legnica, y cuando lleguen sus aliados solo encontraran ciudades arrasadas y poblaciones que han huido.De regreso de Tierra Santa, Eustachius von Felben, un monje guerrero de la Orden de los caballeros teutonicos, cruza aquellas tierras desoladas. Es un hombre de armas, animado sin embargo por una fe ardiente. Su mision es escoltar a un mercader veneciano con un importante encargo del doge de Venecia para el Gran Maestro de la Orden y un regalo de valor inestimable: una cruz cuajada de gemas que habia pertenecido a Santa Elena, madre del emperador Constantino. Despues de casi veinte años de batallas en Tierra Santa, Eustachius tendra que medirse con otros infieles mas peligroso que los turcos o los sarracenos, y que estan mucho mas cerca de las fronteras del mundo cristiano.