Filósofo y crítico de arte. El pensamiento de Ignacio Castro se despliega en campos tan diversos como la sexualidad, la filosofía, el cine, el arte contemporáneo o la tecnología en una senda que se reconoce en esa línea de sombra de la modernidad que va de Nietzsche a Deleuze.
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Este libro trata de desentraña el entusiasmo colectivo que promueve el deporte en nuestras sociedades a partir de una reflexión sobre la fiscalidad del trabajo, la nueva ilusión de una unidad comunitaria o la explosion individualista orientada por los deseos y las pasiones.
A pesar de todas las advertencias, la democracia se ha convertido en un sistema de acoso múltiple a la indeterminación común de la existencia. Y es ahí, en ese peligro, donde el presente libro se situa, intentando colaborar al fin de cierta ilusion politica en la que ha cristalizado nuestra metafisica separadora.Sin dejar de registrar minuciosamente cada uno de los rincones que configuran nuestro cotidiano presente, Votos de riquezase plantea la critica de la separacion que se ha encarnado en el consumo con el objeto de plantear una mera posibilidad: la de una comunidad sin presupuestos en un dia que, ciertamente, no pertenece al mañana. El proposito del libro se situa, pues, en el espacio de intenciones que albergo en el pasado siglo libros como La rebelion de las masas de Ortega y Gasset o La sociedad del espectaculo de Guy Debord. Solo que, para bien o para mal, este libro se escribe desde una epoca en la cual, dentro y fuera de nuestra cultura, resurge lentamente una nocion impolitica de la existencia. Esto reanima la posibilidad de denunciar a la vez esta alianza profunda de izquierda y derecha que mantiene la gestion global de nuestro integrismo. Parafraseando a Kant, hubo que herir la arrogancia de Occidente para dejarle sitio a la tierra, para volver a creer en la posibilidad de la existencia. La Historia es siempre la pesadilla de la que debemos despertar, el conjunto de condiciones, practicamente reactivas, que deben ser violentadas para que surja la comunidad de algo nuevo. En tal sentido, quiza el llamado Estado de derecho sea la forma de opresion propia de esta epoca, el muro que siempre debemos desplazar para ejercer nuestra libertad.
A pesar de todas las advertencias, la democracia se ha convertido en un sistema de acoso múltiple a la indeterminación común de la existencia. Y es ahí, en ese peligro, donde el presente libro se sitúa, intentando colaborar al fin de cierta ilusión política en la que ha cristalizado nuestra metafísica separadora. Sin dejar de registrar minuciosamente cada uno de los rincones que configuran nuestro cotidiano presente, Votos de riqueza se plantea la crítica de la separación que se ha encarnado en el consumo con el objeto de plantear una mera posibilidad: la de una comunidad sin presupuestos en un día que, ciertamente, no pertenece al mañana.
"Hace ya bastantes años, Ignacio Castro Rey se retiró a la montaña para intentar convertir en mundo un temor atávico, primigenio. Quiso después, en la crónica de aquellos mil días que public