James Hadley Chase (1906-1985), uno de los muchos alias literarios que utilizó René Brabazon Raymond, comenzó su contacto con la literatura trabajando como librero. A finales de los años treinta, convencido de que los lectores demandaban una mayor presencia de novelas negras en el mercado, escribió en apenas seis semanas No hay orquídeas para miss Blandish (1939). Su fulminante éxito el libro se convirtió en uno de los más vendidos de la década, realizándose poco después su adaptación teatral y cinematográfica le empujó a continuar su labor literaria, que desarrollaría incansable y prolíficamente hasta 1984, dejando un legado de casi un centenar de historias, entre las que se encuentran numerosas obras maestras del género.
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James Hadley Chase está considerado uno de los grandes maestros de la novela negra, un incomparable creador de suspense. Boileau y Narcejac, los autores de las diabólicas, consideran que es el descubridor de la formula de la --novela cruel--. Este descubrimiento se produjo en El secuestro de Miss Blandish, la primera novela del autor, posiblemente inspirada en santuario de Faulkner, que lo lanzo instantaneamente a la fama y de la que se han vendido millones de ejemplares. Hadley Chase echo en ella, como en una cocteleria, todos los ingredientes posibles: padillas de asaltantes de bancos, policias corruptos y sadicos, un detective privado con una suculenta secretaria, secuestros, drogas, alcohol, perversiones sexuales y un psicopata asesino cuya brutalidad y sangre feria han resultado dificilmente homologables desde entonces. La banda de los Grisson -cuyas hazañas filmara Robert Aldrich en una pelicula con este titulo-, capitaneada por MA Grisson, una madraza despiadada que tiene en su hijo Slim un digno sucesor, secuestra a una bella y rica heredera, Miss Blandish, cuya vida se transforma a partir de ese hecho en un veloz descenso a los infiernos. Porque Slim Grisson encontrara en ella el objeto perfecto para saciar sus mas oscuros deseos.
chad winters plaît aux femmes. intelligent, sûr de lui, il aime l'argent mais nettement moins le travail pour le gagner. jusqu'au jour où le patron de sa banque, excédé, lui donne sa dernière chance. la mission proposée est l'antichambre du licenciement. tous ceux qui sont passés avant lui, compétents à en vomir, s'y sont cassé les reins. gérer les comptes de la très laide et richissime vestale shelley, jeune héritière caractérielle totalement guindée, est le cauchemar absolu. aussi radine que mal faite, elle gratterait un sou dans le pelage d'un rat. qu'importe ! chad en est persuadé : la chance vient enfin de lui ouvrir les bras...
Nick Mason acude a la cárcel con un grupo de periodistas para presenciar una ejecución… El condenado se dirige a él para pronunciar sus últimas palabras: «Se equivocaron de hombre —dijo con voz no del todo segura—. Yo no lo hice»… Y a continuación le susurra el nombre del asesino… A partir de ese momento, el reloj de Mason se detiene, y nada ni nadie conseguirá apartarle del caso…
voir son collègue assassiné au pic à glace dans une cabine de plage n'est pas ce qu'il y a de mieux lorsque l'on arrive dans une ville inconnue. les flics vous tombent dessus et il faut montrer patte blanche tout en se méfiant des coups tordus... lew brandon, détective privé, n'a pas besoin d'être une flèche pour comprendre que saint raphael city n'est pas uniquement une très chic station balnéaire à la mode. et cela d'autant plus qu'un deuxième cadavre est retrouvé quelques heures plus tard exactement au même endroit, sur la plage, planté au pic à glace... pas de chance, il fallait que ce soit lui qui le trouve...
Voici l''histoire de Johny Bianda, garde du corps dans un gang affilé à la mafia, un homme dont le seul rêve était de posséder un bateau et de le louer aux riches sportifs qui pêchent au large des cô